El drama de la migración deja al año cientos de víctimas que tratan de llegar a tierras más prósperas. A algunos se les puede poner nombre y apellidos, y localizar a sus familiares. Sin embargo, la gran mayoría no tienen la misma suerte y al final quedan como un número más. Para evitar esta situación, acaba de arrancar un proyecto europeo, en el que participa la Universidad de Granada (UGR), con el objetivo de desarrollar un sistema de inteligencia artificial para identificar a personas víctimas de desastres migratorios.
El proyecto está financiado por la European Cooperation in Science & Technology Academy (COST) y tendrá una duración de cuatro años. Está liderado por la catedrática Caroline Wilkinson (de la Universidad John Moores de Liverpool, en el Reino Unido) y cada país participante puede nombrar a dos representantes en el comité de gestión del proyecto. En el caso de España, dichos representantes son el catedrático de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Granada, Sergio Damas y el investigador Ramón y Cajal de la Universidad de A Coruña, Oscar Ibáñez.
Cuál es el objetivo de este proyecto para identificar a inmigrantes fallecidos
El proyecto MDVI (Migrant Disaster Victim Identification o Identificación de migrantes víctimas de desastres migratorios) tiene como objetivo desarrollar nuevos métodos de recogida de datos ante mortem y post mortem para, a través de procesos de Inteligencia Artificial, identificar a quienes fallecen en catástrofes migratorias. MDVI busca también codiseñar un proceso de colaboración entre los profesionales de la identificación y las familias de estos migrantes desaparecidos.
La principal misión de estos los representantes españoles será involucrar a todos los posibles interesados –asociaciones de emigrantes, organizaciones no gubernamentales dedicadas al rescate de personas, laboratorios forenses, centros de referencia en inteligencia artificial, empresas, etc.– en el desarrollo del proyecto. Esta iniciativa se enmarca en una larga trayectoria de colaboración multidisciplinar dentro de la UGR entre el Instituto Interuniversitario de Investigación en “Data Science and Computational Intelligence” (DaSCI) y el Laboratorio de Antropología Física, que se remonta a hace casi veinte años.
Precisamente, Granada ha sido recientemente sede de una reunión del Consejo Europeo en el que la inmigración tuvo un papel central en el debate entre los responsables de los 27 países de la Unión. Por otro lado, como explica Sergio Damas, “los gobiernos tienen la obligación de dar un trato humanitario a las personas que llegan a nuestras fronteras en muchas ocasiones, en condiciones que rozan los límites de lo que el ser humano puede soportar”.
Por qué se ha impulsado este proyecto
Con frecuencia, muchas de estas personas migrantes no alcanzan su destino y fallecen en el camino. Estas personas fallecidas son objeto también de derechos y, en consecuencia, las autoridades tienen una responsabilidad fundamental con ellas, entre otras cosas su identificación. Hace ya más de 15 años que el entonces comisario europeo de Derechos Humanos, Thomas Hummarberg, afirmó que era imperativo iniciar un proceso para identificar y dar cuenta de los miles de inmigrantes indocumentados cuya identidad se desconoce aunque, sin embargo, años después ese proceso sigue sin desarrollarse mientras que la crisis humanitaria mundial en el ámbito migratorio es cada vez mayor.
La Organización Internacional de Migraciones estima que sólo el 22% de los fallecidos son finalmente identificados. Esto se debe en parte a la falta de comunicación entre las autoridades de los países de origen y de llegada, además de la insuficiente comunicación entre otros responsables involucrados en el proceso de identificación como médicos forenses, grupos humanitarios y organismos gubernamentales o la insuficiente financiación de los procesos relacionados con la identificación de estas personas.
La situación actual, en definitiva, es que los avances en las tecnologías de identificación no han ofrecido todo su potencial en este campo. El proyecto MDVI quiere servir como elemento disruptor de esta tendencia y dar un giro al problema para satisfacer así, entre otras cosas, el derecho de las familias a conocer el destino de sus familiares desaparecidos a partir de una metodología de identificación adecuada y confiable.