La detección precoz resulta fundamental para obtener mejores resultados en los tratamientos contra el alzhéimer. Esta enfermedad neurodegenerativa avanza sin control, a medida que se acelera el envejecimiento de la población, de ahí los esfuerzos de equipos de investigación de todo el mundo por comprenderla mejor y determinar los mecanismos biológicos que están implicados en ella. Ahora, un grupo de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha identificado tres proteínas que actúan como biomarcadores en el deterioro cognitivo del alzhéimer, y que podrían ayudar en la mejora de su diagnóstico y su tratamiento.
Según la Organización Mundial de la Salud, el alzhéimer es la enfermedad neurodegenerativa con mayor prevalencia en el mundo; afecta a sesenta millones de personas de los cinco continentes, aproximadamente ochocientas mil en España.
Qué tres proteínas implicadas en el alzhéimer se acaban de identificar
Las proteínas implicadas en el desarrollo del alzhéimer que acaba de identificar la UCLM se denominan HSP90AA1, PTK2B y ANXA2 y estas combinaciones de letras y números aluden a tres proteínas humanas que se asocian al deterioro cognitivo asociado a esta enfermedad. Así lo revela el artículo publicado por el grupo de Neuroplasticidad y Neurodegeneración, que podría abrir nuevas posibilidades de diagnóstico y de tratamiento de esta enfermedad neurodegenerativa.
El estudio liderado por la investigadora de la Facultad de Medicina de la UCLM en Ciudad Real Verónica Astillero López ha logrado identificar estas tres proteínas como biomarcadores en muestras humanas que revelaban la presencia de la enfermedad. Concretamente, el equipo de investigación realizó un análisis de proteínas para comparar el tejido cerebral humano (en concreto perteneciente a la corteza entorrinal) de personas sanas (casos control) y de personas afectadas por el alzhéimer. Los hallazgos revelaron que la vía de señalización más alterada fue la sinaptogénesis, es decir, la formación de sinapsis, de conexiones neuronales; destacando las proteínas HSP90AA1, PTK2B y ANXA2.
Estos tres biomarcadores aparecían localizados junto a las neuronas y las células del tejido nervioso (astroglía y microglía) y con los depósitos patológicos de beta amiloide y tau (otro relevante biomarcador en el alzhéimer). “Por tanto -concluye la profesora Verónica Astillero López- la expresión desequilibrada de HSP90AA1, PTK2B y ANXA2 en pacientes con la enfermedad de Alzheimer puede desempeñar un papel potencial en la homeostasis sináptica [el mecanismo que se encarga de adaptar nuestro organismo a los cambios del entorno para ayudar a su supervivencia] convirtiéndose en posibles dianas diagnósticas y/o terapéuticas.