El hallazgo del granero fortificado es el segundo en Hispania, dando muestra de cómo era la vida en torno al Siglo XIII, encontrándose paralelos en el Norte de África en Marruecos, Argelia o Túnez.
El próximo 22 de septiembre se organizará una ruta en la que los vecinos podrán visitar el yacimiento y conocer sobre el terreno como era el Granero Fortificado de Huércal la Vieja.
La edil de Educación, Juani Egea, agradeció a todos los que han formado parte de este Excavación Arqueológica el esfuerzo y el trabajo realizado durante las dos semanas en Huércal la Vieja y los trabajos realizados con posterioridad “gracias a ellos hoy podemos conocer un poco más sobre la historia de Huércal-Overa y continuar trabajando para la puesta en valor de Huércal La Vieja. Seguimos en esta línea impulsando actuaciones para poder hacer de este yacimiento un nuevo referente en la comarca y provincia”.
José María M. Civantos destacó que “hemos sacado mucha información para confirmar que Huércal la Vieja es un granero fortificado”. En el mismo hay varios elementos especialmente llamativos, “lo primero que llama la atención es la muralla ya que no lo es como tal. Es casi como un muro de carga de una vivienda. Sin embargo, el aspecto que tiene por fuera es el de un castillo, esa era la intención que pareciera un sitio muy fuerte”. Las estancias se van repitiendo, “no son viviendas. Son unicelulares, solo una habitación que da directamente a la calle. No habiendo espacios de habitación como tal, tenemos celdas que eran individuales”. Siguiendo una estructura urbana, “sobre todo esos pasillos tan estrechos que sirven para poder entrar, no era un sitio funcional para pasar todos los días”.
En cuanto al funcionamiento del Granero “era estructurado comunalmente, construido por las propias comunidades campesinas, no solo de Huércal, también de Overa. Había muchas celdas para que cada familia tuviera una de ellas, poniéndose de acuerdo las dos comunidades de campesinos para guardar lo más preciado, en primer lugar el grano que pueda garantizar la subsistencia (cereal, legumbres, pero también otros alimentos que podían desecarse en estas celdas), además otras cosas como la dote de las hijas, documentos, piezas de cerámica que podían servir de ajuar”, puntualizó Civantos. Así mismo, las comunidades se ponían de acuerdo para el mantenimiento de esa estructura que habían creado, que hubiera un guarda para vigilar que nadie robara y todos cumplieran las normas para preservar que lo que allí se guardaba estuviera en buenas condiciones.
Este hallazgo tiene un particular interés desde el punto de vista patrimonial, Huércal la Vieja ha sido un lugar identitario para los vecinos, lo que es sin duda una buena oportunidad para conocer mejor el patrimonio y la historia de Huércal-Overa y provincia.
En la excavación se han hallado 3741 fragmentos de cerámica, restos de utensilios como una olla, cuello de jarra, tapadera completa, la boca de una tinaja con decoración almohade o un Albaquero, destinado a que las plantas frescas se mantuvieran en ese estado. Así mismo había elementos de música como un Atabal, pequeño tambor y una mano de Fátima en seis dedos, que nunca se había encontrado.
Desde el Ayuntamiento junto con los investigadores se trabaja ahora para la consolidación y protección del yacimiento para su puesta en valor con el objetivo de que se convierta en recurso cultural que también lo es turístico.