El blockchain ha llegado en los últimos meses al gran público gracias a la fiebre de las criptomonedas y los NFTs. El potencial de esta tecnología, basada en el llamado libro mayor distribuido (o DLT) va sin embargo mucho más allá de estos usos, y desbloquea grandes avances en materia de transparencia, gestión agregada de datos o la identidad digital soberana, según el experto Luis Martínez, de la Universidad de Jaén (UJA) y la Internacional de Andalucía.
En esta revolución, las empresas buscan perfiles especializados —no solo en lo tecnológico—, con la consiguiente demanda de formación. Martínez lo sabe bien: el próximo otoño dirigirá el Máster de Formación Permanente en DLT y Blockchain de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA).
“El libro mayor que da nombre a esta tecnología es un concepto que viene directamente de la contabilidad tradicional”, explica. En el caso de la cadena de bloques, en este ‘libro’ quedan registrados de manera automatizada una serie de datos que, dispuestos en cadena, validan las operaciones anteriores. “El sistema intenta automatizar y mejorar cuestiones que previamente se venían utilizando en el ámbito de la economía y la lógica”, añade.
La llamada cadena de bloques presenta también numerosas aplicaciones en el ámbito de la administración pública como los smart contracts, que realizan seguimiento automático de los contratos. Esta revolución no pasa tampoco desapercibida al legislador, que ya planea regular su uso, como se desprende del Plan Europa Digital 2021-2027 de la Comisión y el Parlamento europeos. La Unión prevé ya hacer uso del DLT en un próximo sistema de Identidad Digital Europea de Autogestión.
El experto destaca precisamente como una de las principales líneas de trabajo la llamada “identificación soberana”, relativa a la capacidad de acceder a “información sobre una persona y compartirla de forma que la otra parte la reciba y pueda comprobar su validez, pero no verla como tal”, contribuyendo así a la transparencia al tiempo que se mantiene la privacidad. Las aplicaciones son varias, desde los historiales médicos electrónicos a la simplificación de procesos de registro.
Martínez defiende la relevancia de estos avances más allá de las grandes instituciones supranacionales: “En el caso de la provincia de Jaén, donde el olivar tiene cierta importancia, veremos algunas aplicaciones de trazabilidad de diversos productos agrícolas, por ejemplo”.
Todo ello irá acompañado de una oleada de esfuerzos reguladores. Tratándose de una tecnología tan transformadora, los expertos advierten de que su impacto trascenderá lo meramente tecnológico. De ahí la necesidad, incide Martínez, de formar a profesionales más allá de lo estrictamente informático. “Es muy importante que los profesionales de la abogacía tengan un conocimiento claro de cómo funcionan estas tecnologías, qué suponen y cómo va a evolucionar en los próximos años el marco legal para adaptarse al mundo real”. El experto insiste en la importancia de la formación en unas tecnologías “muy complejas que además avanzan muy rápido, por lo que requieren conocimientos amplios y actualizados”. Ello requiere, añade, currículos multidisciplinares, como el del Máster de Formación Permanente de la Internacional de Andalucía, que ofrece itinerarios especializados en economía y leyes, además de una base tecnológica común.
“El reto fundamental es ganarse la confianza. Tecnologías como las criptomonedas pueden aún crear cierto escepticismo en el público, por lo que tenemos que aumentar su confianza mediante marcos regulatorios claros, en donde la gente se sienta segura y protegida ante posibles abusos”. Martínez apunta a la incertidumbre actual, entre otras cosas por la mala racha que arrastran las criptomonedas. “Haciendo un paralelismo, creo que estamos viviendo estos años lo que vivimos a principios de siglo con la crisis de las ‘puntocom’. No se sabía cómo iban a evolucionar el comercio electrónico, aún incipiente. Los gigantes de hoy, como Amazon, tenían entonces una visión de negocio muy distinta a la de hoy. Eso puede suceder hoy: las criptomonedas es lo que tiene la gente en mente”.
Para apuntalar esa confianza y reducir las fricciones del usuario medio, es igualmente crítico el aspecto de la seguridad: “Nos queda demostrar que estas aplicaciones son seguras y resistentes a filtraciones. Esos son los grandes retos”, añade.
Máster de Formación Permanente en DLT y Blockchain
La tecnología de libro mayor distribuido (DLT, por sus siglas en inglés), está llamada a transformar procesos y servicios de empresas y administraciones. En paralelo a su adopción, estas entidades demandan cada vez más perfiles especializados, actualmente insuficientes en número para desplegar el potencial de la tecnología. Los aspectos legales, así como las implicaciones económicas de su implantación, serán determinantes para su futuro.
ElMáster de Formación Permanente en DLT y Blockchain de la Internacional de Andalucía, en período de matriculación, da respuesta a todas estas vertientes. Además de la base común necesaria, se trata del único máster que ofrece especializaciones concretas en economía, leyes y tecnología. Los estudiantes se forman específicamente en itinerarios de elección de corte legal, tecnológico y de negocios. Para atender las particularidades de cada ámbito, cuenta además con un profesorado que aúna diversos expertos, como Pedro Méndez de Vigo (abogado en Cuatrecasas y lNATBA MiCA Taske Force Liaison), Moisés Menéndez (socio de la compañía especializada en blockchain ioBuilders) o Adolfo Sanz de Diego, ingeniero técnico y Jefe de Servicio de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid.
El Máster, abierto a matriculación hasta el 15 de septiembre, será impartido online a partir del próximo mes de octubre. Para garantizar el acceso a la especialización, la Internacional de Andalucía ofrece además el programa de becas a la excelencia UNIA Academia, que suponen la exención de matrícula y pueden solicitarse para este título hasta el 13 de septiembre.