¿Cómo saber qué significan palabras empleadas en algunos países hispanohablantes como “abismarse” (sorprenderse), “mufa” o “foso” (equivalentes a “gafe” o “cenizo”, más conocidas) o la expresión “pensar en la inmortalidad del cangrejo” (estar alelado o babia)? Para descubrirlo, el Instituto Cervantes y la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) han creado GEOLEXI, una herramienta de consulta virtual de sinónimos en español, que permite conocer y comparar el diferente significado de vocablos o expresiones.
Luis García Montero, director del Cervantes, afirmó que el Instituto “apuesta por el hispanismo, por entender el español como una lengua de norma pluricéntrica” que pertenece a los más de 500 millones de hablantes, repartidos por una veintena de países, “que la usan imprimiéndole la diversidad de sus entornos, desde una unidad que nos permite entendernos sin dificultad”.
Por su parte, Ricardo Mairal Usón, rector de la UNED, dijo que esta innovadora herramienta léxica, de gran utilidad y valor pedagógico, tiene además “un potencial extraordinario porque anticipa posibles desarrollos futuros relacionados con la inteligencia artificial”. GEOLEXI, insistió el catedrático, demuestra la importancia de la cooperación interinstitucional y de la investigación. Hay que apostar por la ciencia, que “no tiene precio, no tiene fronteras y es de todos y para todos”.
A continuación, Carmen Pastor Villalba, directora Académica del Instituto Cervantes, mantuvo un coloquio con tres profesores de la UNED responsables del proyecto: María Antonieta Andión y Cecilia Criado de Diego (funciones académicas de desarrollo de los contenidos), y Víctor Fresno Fernández (coordinador técnico).
Entre todos desgranaron el contenido de la plataforma virtual, que da cabida al español de todos los países hispanohablantes, no solo los de mayor potencia demográfica.
Panhispanismos, americanismos y españolismos
El usuario puede buscar una palabra o expresión por tres criterios diferentes: léxico (significado), geográfico (países o zonas que las usan) o alfabético. Cada una de ellas aporta su definición y se acompaña de fotografías o vídeos que contextualizan la palabra, así como de información sobre sus redes semánticas.
Las palabras y locuciones se dividen en tres categorías: panhispanismos (usadas en todo o casi todo el mundo hispánico), americanismos (solo en Hispanoamérica, pero no en España) y españolismos (de uso exclusivo en España; estas suponen menos del cinco por ciento del total).
Los autores han excluido “por prudencia” palabras que puedan resultar ofensivas para personas, comunidades o países por diversas razones (por ejemplo, se ha descartado el lenguaje delincuencial). Tampoco han incorporado palabras tabú en algunos países (como “coger” en Argentina), si bien la cubana María Antonieta Andión cree que habrá que incluirlas en un futuro. Para Carmen Pastor, los estudiantes las aprenden no en clase, sino en la cafetería.
Son muchos los términos que cambian entre unas áreas y otras. El “enchufe” de España es el “tomacorriente” en otros. La “mascarilla” que apenas nos hemos quitado de la cara tras la covid-19 se denomina “barbijo” allende el Atlántico. La “nariz” tiene el geosinónimo de “ñata”, y el “trapo de cocina” es la “franela”. GEOLEXI recoge innumerables vocablos que muestran la variedad y riqueza del español, que ahora se pueden conocer y comparar mejor a través de la herramienta digital.
En esa línea, las profesoras animaron a los hablantes a “apropiarse de nuevas palabras”, como ocurrió con el conocido vocablo “chévere” a raíz de la eclosión de las telenovelas hace algunos lustros.
El léxico que ha introducido GEOLEXI se basa en las Nociones específicas del Plan Curricular del Instituto Cervantes, publicado en 2006, y gracias a la colaboración con la Facultad de Filología y con el Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la UNED.