La gacela mohor, una especie del Norte de África, ha estado cerca de desaparecer. Sin embargo, la acción de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA), centro en Almería del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha conseguido recuperar su población e introducir la variabilidad genética necesaria para asegurar su supervivencia. Lo ha conseguido a través de un programa de cría en cautividad que se ha desarrollado a lo largo de 50 años.
Un estudio realizado por investigadoras el CSIC, en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid, ha evaluado la evolución de la variabilidad genética de la población de gacela mohor, con los datos de su libro genealógico, registrados entre 1971 y 2021. El Programa Europeo de Cría en Cautividad de la gacela mohor es coordinado por Sonia Domínguez desde la EEZA-CSIC y a día de hoy cuenta con la participación de 30 instituciones zoológicas repartidas entre España, Francia, Portugal, Italia, Bélgica, Alemania, Países Bajos, Austria, Hungría, República Checa, Polonia y Suecia.
Qué resultados se han obtenido con el programa de cría en cautividad de gacela mohor
A pesar del reducido número de individuos fundadores con los que comenzó el programa de conservación ex situ de la gacela mohor (tan solo un macho y tres hembras) y de los altos niveles de consanguinidad alcanzados, la población ha ido creciendo progresivamente hasta superar en la actualidad los más de 300 ejemplares en cautividad.
El proceso de purga genética ha contribuido muy probablemente a eliminar alelos deletéreos, es decir, aquellos que pueden tener efectos nocivos asociados a la consanguinidad, como la aparición de un mayor número de enfermedades, o la reducción en las tasas de reproducción y supervivencia. Además, la estrategia de selección de apareamientos seguida dentro del programa de cría también ha ayudado a controlar los niveles de consanguinidad de la población.
Por otro lado, el continuo intercambio de individuos entre las instituciones participantes en el programa de conservación ha permitido minimizar las pérdidas de variabilidad genética dentro de la población global, evitando grandes subdivisiones de la población.
Cómo se ha conservado la variabilidad genética de esta gacela
“La incorporación de nuevos ejemplares de gacela mohor al programa de cría en cautividad para aumentar la diversidad genética de la población no es posible, pues se encuentra extinta en libertad”, señala Sonia Domínguez. Por ello, “un correcto control de los emparejamientos, así como un adecuado manejo genético, son fundamentales para intentar preservar al máximo la variabilidad genética presente en la población, y así asegurar una población cautiva viable a largo plazo”, añade Domínguez.
El objetivo final del Programa Europeo de Cría en Cautividad de la gacela mohor es llevar a cabo proyectos de reintroducción en sus áreas de distribución original, localizadas en la zona occidental del norte de África. Cuanto mayor sea la diversidad genética que tengan los individuos que se reintroduzcan, mayor será su capacidad de adaptación a su nuevo entorno y, por tanto, mayor será también su probabilidad de prosperar en libertad.