Franco, Prohombre Honorario para labradores y ganaderos de Almería

En 1946, el dictador Francisco Franco fue nombrado Prohombre Honorario de las hermandades sindicales de labradores y ganaderos de Almería. Ahroa, que se cumple el 75 aniversario del final de la Guerra Civil, el Archivo Histórico Provincial muestra los documentos del nombramiento, en el ciclo El Documento del Mes.

La jefa de Servicio de Instituciones y Programas Culturales de la Delegación de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Carmen Méndez, presentó ayer ‘el Documento del Mes’. Méndez estuvo acompañada por la directora del archivo, María Luisa Andrés y por el historiador Oscar Rodríguez Barreira, encargado de ilustrar el documento. El Archivo Histórico Provincial de Almería continua así con su labor de difusión del patrimonio que custodia mediante esta actividad que consiste en exponer al público un documento representativo de la historia almeriense seleccionado entre su extenso fondo.

En esta ocasión, el documento elegido, por coincidir estas fechas con el 75 aniversario del fin de la Guerra Civil, es un libro que recoge encuadernados los documentos que realizaron cada una de las hermandades sindicales de labradores y ganaderos de la provincia para nombrar a Franco como Prohombre Honorario de dichas hermandades en el año 1946.

Oscar Rodríguez ha explicado que “en una época en la que se están realizando numerosos trabajos de investigación sobre la represión que sufrieron los perdedores de la Guerra Civil Española, el Archivo histórico aborda otra vertiente distinta, la política de adhesiones y apoyos al régimen que se propiciaron por el mismo tras la contienda para favorecer la popularidad de Franco”.

“La dictadura del general Franco fue un sistema político que se aferró a la fuerza para mantenerse en el poder, un régimen que supuso la muerte y encarcelación de muchos españoles y sin embargo su mantenimiento y longevidad no puede explicarse únicamente por el monopolio de esta”, ha señalado el historiador Oscar Rodríguez Barreira.

La dictadura también desplegó una serie de estrategias a fin de recabar apoyos entre sus súbditos. Dos de esas políticas y estrategias para crear consentimiento entre la población se dan cita en el documento del mes expuesto al publico en el Archivo. La primera de ellas es el culto y mitificación de la figura del dictador y la segunda es la creación de un entramado institucional con su vertiente política y sindical –FET-JONS y CNS– para encuadrar y dirigir a los sectores sociales proclives cercanos a la dictadura.

Este documento se emite en octubre de 1946. La derrota en la II Guerra Mundial de los regímenes fascistas provocó que Franco, y su régimen, se reinventaran.” Fue entonces cuando se popularizó la imagen de Franco como el hombre que mantuvo a España aislada del conflicto internacional. Un mito político que, incluso hoy, continúa vigente en algunos sectores sociales. Es, precisamente, la documentación conservada en Archivos como el Histórico Provincial de Almería y el trabajo de los historiadores lo que permite desterrar mitos y sustituirlos por pruebas”, ha explicado el historiador.

Tal como muestra el documento, la propaganda y los representantes de las instituciones ensalzarán al caudillo en unos discursos hiperbólicos que terminarán calando en una población temerosa del futuro y traumatizada por el pasado. Para Oscar Rodríguez “hasta qué punto los españoles apoyaron o rechazaron a Franco siempre será un tema de debate entre los historiadores”.

El documento expuesto fue emitido por la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos (HSLyG). Estas se constituyeron dentro de las Centrales Nacional Sindicalistas gracias a un decreto emitido en abril de 1938, a una circular de diciembre de 1939 y a la Ley de Bases de la Organización Sindical promulgada justo un año después. Esta legislación se completaría con la Ley de Sindicatos Agrícolas de septiembre de 1941, si bien las Hermandades no se constituirán oficial, y realmente hasta el bienio 1943-1944.

“Las Hermandades apenas fueron capaces de encuadrar a la población campesina, si bien es cierto que tuvieron un gran ascendiente sobre la misma. En la economía autárquica y fuertemente intervencionista del franquismo eran precisamente las Hermandades las que controlaban y repartían los cupos para acceder a elementos tan importantes para la producción como los pesticidas o el combustible”, ha explicado Rodríguez.

El historiador también ha explicado que “nominalmente, las Hermandades estaban dirigidas por un prohombre aunque el control efectivo era del Secretario-Contador y el Cabildo o la Junta Directiva. Por norma general los prohombres provenían de sectores pertenecientes o muy cercanos a las élites rurales tradicionales mientras que los secretarios-contadores tenían un perfil más burocrático”.

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