‘Fotografía de un festival de cine’

ImageSon tres fotógrafos para una imagen de identidad cinematográfica. De ‘Almería, Tierra de Cine’ a ‘Almería en Corto’, de aquel festival nacional, al actual ámbito internacional que sigue su expansión en distintas direcciones, a través del objetivo y las miradas de Francisco Bonilla (Almería, 1971), Isabel Ausejo (Madrid, 1980) y Antonio Jesús García ‘Che’ (Almería, 1964). Es la exposición ‘…en rodaje’ que puede verse en el Museo de Almería hasta el 9 de enero de 2009, a través de un elocuente montaje de Elías Palmero. Es la fotografía de un reencuentro singular de la provincia almeriense con el cine, con una peculiar historia del cine que se ha convertido en algo personal, estirando y estirando de aquellos tiempos de rodajes, con toda clase de cineastas, actores, estrellas, especialistas, extras…, personajes anónimos y singulares al que una especie de orgullo de la periferia marginal terminó convirtiendo en protagonistas, para reivindicar un paisaje en ‘tierra de nadie’, suficiente para contar toda clase de historias en imágenes en movimiento.

Recibe al visitante que llega al Museo, con su particular mirada abierta a las sorpresas, el encuentro con Eli Wallach y su regreso, una imagen captada por Bonilla, que sitúa al actor (el feo de ‘El bueno, el feo y el malo’ de Sergio Leone) con un particular ‘grupo salvaje’ de especialistas-actores en el Oeste. Los especialistas aparecen individualizados para transformarse en personajes de una película nunca realizada. El sentido del grupo y de lo individual es el acierto de la fotografía, que sintetiza las intenciones de quienes no renuncian a situar el paisaje almeriense con el Oeste cinematográfico. 

En la exposición hay un encuentro con varias formas de sentir la imagen fotográfica. Desde el fotoperiodismo documental, hasta la psicología de interiores, la gravedad de los personajes en distintas facetas, la fantasía del ‘glamour’, lo espectacular, para construir, a través de momentos en distintas direcciones, un círculo necesario para comprender lo más cotidiano en los entresijos del cine en Almería. Y está, por supuesto, el concepto de foto de autor, en tres direcciones.

Antonio Jesús García ‘Che’, Isabel Ausejo y Francisco Bonilla. Documentación en imágenes, creatividad e información, en cualquier orden. Lo festivo y lo espontáneo, lo más real de lo cotidiano, día a día. Comparecen así los personajes, las sonrisas y la sensación de algo especial, según las circunstancias. Grandiosidad y espectacularidad. Están las imágenes que son el resultado de un acuerdo entre el fotógrafo y el personaje. Ambos son conscientes de ordenar el momento, establecer las reglas para una puesta en escena, todo listo para el momento del ‘clic’. 

En Francisco Bonilla está presente la formación en el fotoperiodismo. Isabel Ausejo es la búsqueda de un atmósfera ordenada, capaz de retener en la mirada. Antonio Jesús García comparece con lo imprevisible, distintas formas de mirar, a tenor de las circunstancias de que era, en muchas ocasiones, el fotógrafo que pasaba por allí. 

Desde estos criterios comparecen los ejemplos encerrados en un espacio: Miguel Ángel Muñoz, ante la Alcazaba de fondo, en 2005 (Bonilla). Javier Riojo, capturado (Isabel Ausejo). Rueda de prensa, un orden de actitudes ante la información que emana el altar de lo establecido y que se intuye en el ambiente (Bonilla). Permanece la inquietud de una mirada sobrecogedora de Eulalia Ramón (Bonilla). Pérez-Siquier, encerrado en el orden estético del blanco y negro (Bonilla). Y están los retratos, rostros y miradas, en una agrupación de situaciones individualizadas de los personajes; todos y cada uno, resaltan desde la manera de estar colocados ante el espectador. Mateo Gil, por ejemplo (‘Che’). Comité de selección, cuatro personajes, lo importante es la atmósfera especial del color y la emanación de cada rostro (Bonilla). Carmelo Gómez, tal cual (Isabel Ausejo). La manera de mirar y estar de María Botto proyecta su actitud en el cine (Isabel Ausejo). A toda vela, singularidad de la diferencia (Bonilla). Dos sombras en un rodaje, ‘Limoncello’ (Bonilla). La alegría austera del momento, el premio es para Martín Cuenca, fue en 1999 (‘Che’). Hay encuentros de protagonistas configurados por las cámaras de ‘Che’ y Bonilla. Gil Parrondo, enigmático (‘Che’), Mariano Peña (Bonilla), Viuda de Sergio Leone (‘Che’). Tiempo de historia con las miradas de Antonio Muñoz Zamora, superviviente del campo de concentración de Mauthausen, y el cineasta Felipe Vega (Bonilla). Cerca del ‘glamour’, sin entrar en él, Antonia San Juan y Pepe Cuenca (Isabel Ausejo), Premio del Público (Bonilla), Cuando Elías Palmero mostraba una de las fotografías de la exposición sobre ‘El mejor de los tiempos’ de Felipe Vega (Bonilla). Álex Angulo, encerrado (Bonilla). Elegante sobriedad en Alessandro Alessandrini (‘Che’). Germán Cobos con un perro (Bonilla). Rueda de prensa con Claudia Cardinale, con el fotógrafo del lado contrario de sus colegas (Bonilla). Raquel Welch, protagonista, frente al espacio lateral de su asistenta de color (Bonilla). Eternidad en Faye Dunaway (Bonilla).

En las tres miradas se impone la captación del momento, la sensación diferenciada del espectáculo y de lo teatral, la escena central y la periférica. Toda la exposición muestra una guía de grandes y pequeños momentos, con personajes reconocidos y anónimos, que pasaron por el festival. Y al final, siempre, la sensación en el espectador de sentirse observado por las imágenes. 

(Publicado en IDEAL-Almería, viernes 12 de diciembre, 2008, página 23)  

 

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