La combinación del ejercicio físico y una dieta equilibrada beneficia la salud cardiovascular, metabólica y también favorece el bienestar emocional de las personas. Unos hábitos de vida adecuados favorecen el bienestar, pero también contribuyen a mejorar los resultados de los tratamientos contra la infertilidad en mujeres, según acaba de descubrir el grupo de investigación UAL Sport de la Universidad de Almería (UAL).
El grupo UAL Sport ha comprobado que el ejercicio físico multiplica los beneficios para remitir la infertilidad anovulatoria vinculada a la obesidad, restaurando la ovulación. Además, los investigadores destacan que este enfoque combinado es también efectivo en mujeres que padecen síndrome de ovario poliquístico.
Cómo mejora la fertilidad de la mujer con ejercicio físico
La investigación destaca la importancia de un estilo de vida saludable como parte fundamental del tratamiento para la infertilidad en mujeres con sobrepeso u obesidad, y subraya el papel esencial que juegan el ejercicio físico y la dieta en un abordaje holístico que incluye el habitual tratamiento farmacológico para reducir peso o estimular la ovulación.
El estudio analizó conjuntamente los datos de los 95 estudios publicados hasta la fecha a nivel mundial, incluyendo casi 10.000 mujeres, a través de una técnica avanzada llamada ‘meta análisis en red’.
Qué resultados se obtienen al combinar el ejercicio con el tratamiento farmacológico
Los resultados de este estudio muestran que cuando el tratamiento con medicamentos se combina con dieta, los efectos sobre la pérdida de peso se multiplican, pero cuando, además, se incluye el ejercicio físico, las hormonas reproductivas se regulan y la tasa de ovulación aumenta más que con cualquier otro tratamiento por sí solo. Por tanto, en casos de infertilidad anovulatoria vinculada a la obesidad, se recomienda intervenir sobre el estilo de vida para potenciar los efectos de los medicamentos.
Concretamente, el ejercicio aeróbico de intensidad moderada, entrenamiento de fuerza, o entrenamiento de alta intensidad, junto con consejos de alimentación saludable, reduciendo la grasa y los carbohidratos, y aumentando la proporción de ingesta de proteínas, ayudan a regular las hormonas y mejorar la ovulación. Los investigadores demostraron que este abordaje integral funciona también en mujeres que padecen de síndrome de ovario poliquístico.
David Ruiz-González, Alba Hernández-Martínez, Andrés Baena-Raya y Alberto Soriano-Maldonado son los investigadores de la UAL que han llevado a cabo este estudio con la colaboración de Iván Cavero-Redondo (Universidad de Castilla-La Mancha); Sonia Martínez-Forte y Ana M. Fernández-Alonso (Hospital Universitario Torrecárdenas) y Signe Altmäe (Universidad de Granada). Motivados por la creciente preocupación sobre el impacto de la obesidad en la fertilidad femenina y tras observar cómo cada vez más mujeres con sobrepeso u obesidad tienen dificultades para concebir, se propusieron investigar si mejorar el estilo de vida podría mejorar los resultados de los tratamientos farmacológicos.
Implementar los resultados de esta investigación en la práctica clínica podrá tener un impacto significativo en la vida de muchas mujeres que tienen dificultades para concebir. A corto plazo, las estrategias combinadas de ejercicio, dieta y tratamientos farmacológicos podrían ofrecer una esperanza real para las mujeres con obesidad que desean quedar embarazadas, mejorando sus posibilidades de concebir. A medio plazo, promover estos cambios en el estilo de vida podría reducir la prevalencia de infertilidad relacionada con la obesidad, al mismo tiempo que mejora la salud general de las mujeres.
Los investigadores defienden que este enfoque no sólo beneficia a las personas directamente afectadas, sino que también podría aliviar la carga sobre los sistemas de salud al reducir la necesidad de tratamientos más costosos y complicados.