Fernando Martínez: «Sin memoria no hay democracia»

Los Cursos de Verano de la Universidad de Málaga (UMA), organizados por su Fundación General (FGUMA), han completado su primera semana en Málaga con el cierre este viernes de cinco seminarios y una conferencia magistral impartida por el periodista Isaías Lafuente.

En el curso sobre masonería filosófica, celebrado en la Sociedad Económica Amigos del País, la jornada la ha protagonizado Fernando Martínez López, secretario de Estado de Memoria Democrática del Gobierno de España. El especialista e investigador en Historia ha aportado una visión cronológica de la masonería en Andalucía durante el siglo XIX, su evolución a lo largo del siglo XX, la represión que sufrió durante la dictadura franquista y cómo le afecta las medidas aportadas por la Ley de Memoria Democrática aprobada en 2022.

“En España tenemos un deber moral de dar a conocer la verdad de lo que ocurrió con la masonería”, ha matizado sobre la importancia de la memoria, la cual ha defendido como “una apuesta clara de presente” y, en especial, “de futuro. “Porque no hay que olvidar que sin memoria no hay democracia”, ha sostenido.

En este contexto, el también Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Almería, ha asegurado que “el Estado tiene un deber de memoria, de recuerdo y de homenaje permanente a las víctimas de la guerra y de la dictadura”, con énfasis en “las víctimas no reparadas”, ya que, según sus palabras, “todas las víctimas de los vencedores fueron reparadas, pero las víctimas de los vencidos fueron estigmatizadas y criminalizada”.

Sobre lo que atañe a la masonería, Martínez ha explicado que “fueron los más represaliados” de todas las personas afines a la Segunda República, ya que sobre estas “cayeron consejos de guerra”, además de una “ley expresa contra los masones” en 1940. Como dato, ha subrayado que “la masonería andaluza se caracterizaba por ser muy numerosa”, pues llegó a contar con “unos diez mil” miembros en el siglo XIX, lo que suponía un tercio del total de toda España, y que alcanzó el cincuenta por ciento en el siglo XX.

Como secretario de Estado, Martínez ha precisado que la aprobación de la Ley de Memoria Democrática en 2022 ha traído como “punto fundamental” la aplicación de, por un lado, políticas públicas para “las víctimas y a sus familias” y, por otro, actuaciones en torno al “conocimiento de la verdad”, el “establecimiento de justicia”, las “reparación” y la “divulgación”.

Entre otras, el secretario ha destacado el primer plan cuatrienal de exhumación de fosas, cuya práctica ha sumado hasta el momento la identificación de más de cinco mil cadáveres, lo que supone un “salto espectacular”: “Calculamos que podrían haber, en este momento, susceptibles de sumar en torno a unos quince mil”. “Tenemos mucha tarea todavía por delante. Tenemos el apoyo de muchísimas asociaciones de memoria, pero gran parte también de la sociedad que ve que esto es necesario”, ha concluido.

Isaías Lafuente defiende el papel de la Universidad y los medios de comunicación en la lucha contra la desinformación

Uno de los protagonistas de la jornada ha sido el periodista Isaías Lafuente, que ha abordado en el Rectorado el papel de la universidad en la configuración del relato público. Acompañado por la gestora cultural Cristina Consuegra y presentado por María José Berlanga, vicerrectora de Igualdad de la UMA, el comunicador ha defendido la importancia de las instituciones académicas y, en un sentido más amplio, de los medios de comunicación como pilares fundamentales contra la desinformación. “El ámbito universitario y el periodístico tienen un mismo objetivo, que es el conocimiento, pero la búsqueda y la difusión de la verdad está luchando con la industria que se dedica a la desinformación y al desconocimiento”, ha afirmado Lafuente.

En su discurso, ha hecho hincapié en la necesidad de interpelar la labor de estas instituciones para contrarrestar la aparición de nuevos actores que están “perturbando”, ha dicho, la narrativa pública. “Tenemos que reivindicar nuestro papel precisamente para intentar poner diques de contención hacia esta verdadera industria que en estos momentos está en funcionamiento, pero que sinceramente, creo que de momento no está ganando. Dependerá mucho de cómo actuemos desde la universidad, especialmente desde la pública, y desde los medios de comunicación, para intentar imponer una manera de ver las cosas”, ha aportado.

Además, Lafuente ha reflexionado sobre las amenazas que enfrenta actualmente la universidad pública, comparándolas con las de otros servicios esenciales, como la sanidad y la educación. “Nos enfrentamos a determinadas formaciones que piensan que es mucho mejor dejar todo en manos privadas y que las cosas funcionen por su cuenta”, ha expresado, mostrando su preocupación por los recortes “sutiles” y las ayudas al sector privado que le ha recordado a cuando solo las élites podían acceder a la educación superior. “Una congelación de lo público y un crecimiento de lo privado nos puede llevar a una distorsión que nos haga retroceder años atrás”, ha precisado.

«No hay nada que le guste más a un tuitero que le llamen de un espacio de radio o de un programa de televisión para hablar de su tuit. Creo que las redes sociales están un poco sobrevaloradas y que meten un ruido del que los periodistas estamos demasiado atentos«, ha opinado sobre el impacto de las plataformas digitales en la opinión pública y la calidad de la información. En este sentido, Lafuente ha advertido de que «no hay que despreciar» su «mal uso», ya que «los partidos indignos las utilizan y permiten que llegue un delincuente a la Presidencia de la primera potencia mundial».

No obstante, al mismo tiempo ha defendido que las redes en el entorno digital permiten «democratizar la información» y, en el ámbito universitario, el profesorado debe usarlas para divulgar. «Vivimos en un mundo apasionante, que circula a gran velocidad, que nos ofrece medios que hasta hace treinta o cuarenta años hubiéramos pensado que eran inimaginables, que esos medios son herramientas que están cargadas de peligro, pero que también están cargadas de oportunidad”, ha declarado.

Arturo Bernal destaca la labor de las cofradías en la conservación del arte sacro en el curso “Semana Santa: nuevas implicaciones socioeconómicas”

Este viernes ha concluido también el seminario Semana Santa: nuevas implicaciones socioeconómicas, que ha acogido el Palacio Episcopal bajo la dirección de Benjamín del Alcázar, decano de la facultad de Marketing y Gestión de la UMA, y Eduardo García Mesa, experto en comunicación, medios y relaciones públicas.

El programa de esta jornada de cierre ha contado con la intervención de Arturo Bernal, consejero de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, que ha ofrecido una ponencia sobre la industria cofrade y los modelos de colaboración público-privada en este sector. “Hay una parte muy importante de la Semana Santa que es la actividad cultural. Durante años, tanto la Iglesia, como las hermandades y las órdenes religiosas han realizado una acción muy trascendente desde el punto de vista de la tutela y de la restauración de los bienes de arte sacro. Nadie nunca hasta este momento les había ayudado desde las administraciones. Han estado solos en esta tarea”, ha afirmado.

En esta línea, Bernal ha defendido la apuesta que ha asegurado está haciendo el gobierno autonómico para respaldar a través de fondos económicos la función de cuidar el “ingente patrimonio religioso”, y también por la labor de vertebración social que, ha dicho, se hace desde el plano cultural de la Semana Santa. Por ello, ha indicado que, desde el año 2021, se han destinado tres millones y medio de euros a este fin y en los próximos tres años la cifra ascenderá a los ocho millones. “Es una contribución importante, pero obviamente nunca pagaremos suficiente lo que las hermandades han hecho hasta ahora. Si no tuviéramos cofradías, tendríamos que inventarlas”, ha rematado.

Por último, Bernal se ha referido a la procesión extraordinaria el próximo 2025 de la Virgen de la Esperanza de Málaga en Roma, coincidiendo con el año jubilar. “Estamos hablando de un acontecimiento único que no se va a repetir en toda la historia. De esta forma se reconoce el valor de la Semana Santa como un bien de interés cultural a nivel internacional, pero también la singularidad de este trono de Málaga como representantes de todas las semanas santas en el mundo. Creo que será un acontecimiento de indudable valor cultural y artístico, pero, sobre todo, turístico y de reconocimiento de la marca Andalucía”, ha finalizado.

En su intervención también han estado presentes la vicerrectora de Cultura, Rosario Gutiérrez; el vicerrector de Infraestructuras y Sostenibilidad, Salvador Merino; la coordinadora académica de Investigación de la FGUMA, Antonia Infantes; y la delegada en Málaga de Turismo, Cultura y Deporte, Gemma del Corral.