El artista sevillano estuvo acompañado por Alejandro Cruz al piano y por el joven bailaor José María Viña. Desde el principio a fin, Falete demostró el poderío de su voz, incluso atreviéndose sin micrófono, y sonando a la perfección. Fue una noche cargada de magia, donde el sevillano se mostró encantado de actuar en Almería.
El repertorio del artista muy amplio y variado fue desde las rancheras, pasando por los boleros hasta zambras aflamencadas, de tangos como Nostalgia a fandangos; de temas románticos como Procuro olvidarte hasta un homenaje a Manolo Caracol con temas como Carcelero, La Salvaora y El romance de Juan de Osuna. Destacar el magnifico acompañamiento al piano de Alejandro Cruz, habiendo sobre el escenario una química especial y entendimiento con Falete.
No se puede cantar mejor. Falete es un maestro cuando está en el escenario. Aparte de poner mucho sentimiento en todos los temas, aprovecha ese torrente de voz que lo hace casi inigualable y luego es un maestro de la interpretación. Eso es lo que siempre gusta de un artista que desde que fue descubierto por Jesús Quintero ha ido creciendo y mostrando su poderío artístico y su bondad como persona.
En la sala Cibeles hizo lo que mejor sabe que es hacer feliz a los que siguen su música. No hizo canciones de sus discos, sino que basó su actuación en un repertorio que habitualmente no ofrecía el artista en sus conciertos. Esta idea tan original de hacerse acompañar con un pianista, precisamente, su pianista y de un bailaor, para hacer unos bailes en un descanso del artista, siempre se cambia de traje ha tenido una gran acogida. En todos los recitales que ofrece el éxito está asegurado.
