El jurado del X Premio UNIA de Pintura de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) premia seis obras en esta edición, resultando elegidas los cuadros presentados por Paz Catalán, Agus Díaz, Dolores Gallego, Diego Morcillo, Elena Núñez e Israel Tirado.
Dicho jurado ha estado integrado por Juan Antonio Álvarez, director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo desde 2010, como presidente; el decano de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada, Francisco J. Sánchez; el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, Andrés Luque; Mª Dolores Sánchez y Simón Arrebola, profesores de las facultades de Bellas Artes de las universidades de Málaga y Sevilla, respectivamente; Esther Regueira, comisaria e investigadora, y Rosa Aguilar Santos, artista plástica premiada en la IX edición del Premio UNIA de Pintura.
El objetivo de este certamen promovido por la UNIA, dotado con 10.000 €; es apoyar la creación artística universitaria española, valorándose originalidad, innovación, creatividad, calidad artística, dominio técnico, fuerza expresiva o adecuación a la valoración económica.
El acuerdo adoptado por el jurado es la adquisición, para el fondo artístico de la Internacional de Andalucía; de las siguientes piezas (por orden alfabético de sus autores y autoras):
- El sofá de la abuela, de Paz Catalán, “por su audaz reelaboración de los imaginarios cotidianos extraídos de la tradición de los álbumes familiares donde el afán coleccionista y la labor de archivo espontáneo se combinan y se traducen a través de un lenguaje plástico muy personal”.
- Abrevadero, de Agus Díaz Vázquez, “por su aparente frescura cercana a la iconografía naif que revela una profundidad de intenciones en el enfoque narrativo de la pieza, contrapuesta a lo casual y por su simbólico uso del colorido”.
- La divergencia, de María Dolores Gallego, “porque esta pieza reivindica el uso de materiales y técnicas textiles artesanales como materiales propios del arte contemporáneo para elaborar un vital documento de antropología visual que plantea de forma sutil la perspectiva de género”.
- Detrás del telón, de Diego Morcillo, “por la plasmación de una escenografía sugerente que propone derivaciones hacia el juego, la imaginación o el extrañamiento a través de la idea del “fuera de campo” que cuestiona lo inmediatamente visible”.
- Dibujar con un dedo en el cristal, de Elena Núñez Mallén, “por su búsqueda de lo fundamental y la eliminación de lo accesorio en la articulación de un imaginario que combina una aproximación geométrica con una interpretación vívida de la realidad”.
- Hotel, de Israel Tirado García, “por su especial interés en el proceso de creación de la imagen pictórica a la que llega desde la postproducción digital de maquetas y por la rotunda presentación de espacios oníricos, inestables y evocadores de narrativas múltiples”.