La escritora Espido Freire participó ayer en el Club de las Letras de la Universidad de Jaén (UJA), en el que aprovechó para presentar su libro ‘De la melancolía’, a la vez que reflexionar sobre todo aquello que le mueve a escribir.
El acto tuvo en el Salón de Grados del edificio A 3 del Campus Las Lagunillas y fue conducido por el director de Uniradio Jaén, Julio Ángel Olivares.
Espido Freire aseguró que una de las fuerzas que le mueve a escribir es “la contradicción entre el bien o el mal. El bien individual, el bien que yo considero que es mi ética, que son mis valores, y el bien general. Es decir, la contradicción de qué dice la sociedad que me conviene, qué debo pensar, qué debo sentir, qué tengo que cumplir para encajar dentro de una sociedad, y lo que dice mi conciencia que es lo correcto”. En este sentido, añadió que, “en etapas de cierta paz, la contradicción no es demasiado grande”. El problema es cuando hay que se encuentra más en vilo “y no se respeta cuáles son las voces menores, y es cuando la ética y la estética empieza a cohesionar”.
Asimismo, la Premio Planeta habló de la inspiración y de la creatividad literaria que, a su juicio,”no están necesariamente unidos”. Para Espido Freire, la inspiración tiene que ver con un estímulo inmediato, “con la cristalización y catalización, de pronto, de gran cantidad de lecturas y experiencias, que se unen. Y llega como una gran explosión, como si todo encajara. Pero no nace de la noche a la mañana”. Sin embargo, según su experiencia, cuando el escritor va siendo mayor, “esos golpes de inspiración son menores y son sustituidos por un trabajo relacionado con los estímulos; por una idea principal, que se va siguiendo, como si fuera un hilo conductor y, de hecho, gran parte de los casos de bloqueo de escritor procede por intentar recuperar ese estímulo tan luminoso que tenía la inspiración cuando tenía menos años”. En cuanto a la creatividad, “ésta tiene que ver con mirada nueva, con elementos que han sido fijados hace ya mucho tiempo. Con la creatividad estamos encontrando el punto en que la voluntad del lector y del escritor se unen. De ahí que me interesen las historias abiertas”, apostilló.