Muy lejos quedaron aquellos años en los que nuestro país era uno de los abanderados en la implantación de energías renovables. Según publica el medio estadounidense Bloomberg.com, las renovables han sufrido un retroceso del 68% en 2012, y colocan a España a la cabeza de los países que han dado un mayor paso atrás en la apuesta por la energía limpia.
Una de las primeras decisiones del gobierno de Mariano Rajoy fue cortar de raíz las ayudas a la producción de energía renovable, las conocidas primas, a las que muchos han puesto como las causantes de un déficit tarifario con las compañías eléctricas que supera los 24.000 millones de euros.
Desde medios de comunicación cercanos a estas compañías se ha realizado una crítica feroz a la apuesta por una energía limpia, sin embargo, estos mismo medios se olvidaron de contar, entre otras cosas, que solo la gestión de los residuos nucleares tiene un coste diario de 60.000 euros, o que, como explica Antono Barrero en la revista Energías Renovables, las primas a esta energía cuestan menos que la importación de gas natural, según datos de la Comisión Nacional de Energía.
A nivel internacional, según el medio estadounidense, la inversión en renovables cayó un 32 % en Estados Unidos, mientras que en Europa se han producido una reducción en las inversiones más pronunciada, que alcanza el 51% en Italia y el 68% en España, que lidera este ránking internacional.
Esta situación también ha tenido su reflejo en Almería. La aplicación de la moratoria ha traducido en que Almería asista a la paralización de una serie de proyectos e inversiones de más de un centenar de empresas, o lo que es lo mismo, la pérdida de oportunidades para un sector que ha sido capaz de generar unos 300 puestos de trabajo estables, principalmente en espacios rurales, justo donde más se echan en falta para evitar la despoblación de zonas especialmente deprimidas, según datos facilitados por la delegación almeriense de la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia. Y no sólo eso, sino que una decena de empresas de ingeniería y más de doscientas especializadas en las instalación de paneles fotovoltaicos se pueden ver afectadas por un parón en la instalación de esta tecnología, que los responsables de la patronal todavía no saben cifrar pero adelantan que será considerable.
Sin embargo, también hay quien apuesta por una reconversión del sector, que lo conduzca a una mayor autonomía y menos dependencia de las ayudas públicas, como asegura el director del Centro de Invenstigación de la Energía Solar (CIESOL), Manuel Pérez.
En parte, la retirada de ayudas se ha gestado después del nacimiento de una ‘burbuja’ en torno a estas instalaciones, en la que han participado las propias compañías eléctricas que reclaman la regularización del déficit tarifario.