‘Luz en tinieblas’ forma parte de una trilogía, que también incluye las obras ‘Aquel Fernando’ y ‘El teatro de la patria o la patria del teatro’, escrita por reconocidos dramaturgos para conmemorar el bicentenario de la Constitución de 1812. Historia, teatro clásico y artistas contemporáneos se han unido de esta manera para recordar los inicios del liberalismo en nuestro país.
Los instantes previos al fallecimiento de Francisco de Goya sirven de eje a la línea argumental de ‘Luz en tinieblas’. El pintor es representado como un anciano de profunda amargura, sumido en la soledad del exilio y el sufrimiento de la enfermedad. En un momento de locura, es sometido a juicio por los defensores del absolutismo, triunfante en la España de Fernando VII, bajo la acusación de antipatriotismo y traición. El desarrollo del proceso sirve de excusa para recrear destacados episodios de la Historia Contemporánea, como la Revolución Francesa y la decapitación de Luis XVI o la invasión napoleónica y el levantamiento popular del 2 de mayo de 1808, salpicados con referencias metafóricas a La Pepa y la Muerte. A lo largo de la narración se realiza, además, un repaso por la obra pictórica del genio aragonés, en su calidad de testigo y cronista de los hechos relatados.
Sobre el escenario desfilan diversos personajes característicos de la Comedia del Arte Italiana, como Arlequín, Polichinela, Colombina y un enano beodo, cuyos diálogos van acompañados de cuidadas coreografías, música y canciones en directo. En la historia se mezclan la ironía, el humor, la sátira y el drama que, pese a los tintes trágicos del final, forman un cántico a la libertad, el respeto y la paz.