Perder el miedo a las matemáticas es algo contra lo que el Decanato de Ciencias Experimentales de la Universidad de Almería lleva luchando diez años. Para ello el equipo de gobierno de esta facultad le ha proporcionado visibilización a los diferentes grados impartidos mediante el Boletín de la Titulación de Matemáticas, disponible en la página de la Universidad, o los Viernes Científicos de la Facultad, que comenzaron en 2009 y que cuentan ya con ochenta ediciones.
Partiendo de esta iniciativa de cambio, Ciencias Experimentales se ha comprometido a convertirse en la próxima Sede de las Olimpiadas Matemáticas de 2020. Tanto es así que el pasado mes de marzo, en la fase final de estas olimpiadas celebradas en Ourense, el decano de la Facultad de Ciencias Experimentales, Enrique de Amo, estuvo invitado a recoger la “antorcha olímpica”.
El decano de Ciencias Experimentales ha explicado que el principal objetivo de estas Olimpiadas es que el talento matemático se desarrolle en aquellos alumnos que muestran una predisposición a resolver problemas de matemáticas.
Los alumnos que se presentan a estas Olimpiadas son, generalmente, del último curso de ESO o de Primero y Segundo de Bachillerato, por lo que se entiende que si el currículo matemático no se ha cuidado hasta ese punto, los que llegan a participar suele ser porque muestran un interés personal.
¿Cuáles son las medidas que se han tomado para perder el miedo a las matemáticas?
Se ha ido creando una estructura en torno a una idea originaria que podría ser el gusto por resolver problemas, pero de paso que la gente que trabaja en matemáticas se sienta a gusto contando qué es lo que hace, por ejemplo, mediante el boletín. Hemos estado viendo que los alumnos no nos llegan con una implicación en matemáticas, tal vez porque no se ha trabajado desde primaria, y para eso hemos creado unos grupos de innovación docente, a la vez que ya hemos hecho tres reuniones de profesorado de matemáticas en Almería, en los años 2011, 2014 y 2016.Bueno hemos visto que el currículo de matemáticas se empieza desde la escuela, y por lo tanto hay que buscar que todo el profesorado, primaria, secundaria y universidad, esté confabulado en torno a un proyecto de currículo en donde los estudiantes vean el resolver problemas como algo divertido. Yo soy socio de dos organizaciones matemáticas, la Asociación Matemática Thales y la Real Sociedad Matemática Española, y por ejemplo, Thales aporta una serie de encuentros, actividades o también lo que denominan las “olimpiadas” en donde se hacen concursos de fotografía e ingenio matemático, entre otras muchas otras cosas, para romper con la barrera que se ha creado en torno al estudio de las matemáticas.
¿Cuál es la finalidad principal de esta Olimpiada Matemátca?
“La respuesta a esta pregunta es muy sencilla. Queremos divertirnos resolviendo problemas. Divertirnos quiere decir pues que los profesores que los formamos seleccionamos ideas muy interesantes que les puedan aportar, pero es que luego nos damos cuentas que estos chicos y estas chicas cuando van al concurso resuelven los problemas mejor que nosotros. El nivel de estos chicos que han ganado estas dos medallas de plata en Ourense, Javier López Miras y Alberto Márquez Salidos, es excelente. Una forma de resolver problemas genial, además de que se lo han pasado estupendamente. Muy competitivos con respecto al resto.”
¿Qué supone para su formación académica la participación en estas Olimpiadas?
“Académicamente, y de forma esencial, consiste en afianzar una seguridad para la resolución de problemas. Lo que se estudia no son elementos y herramientas que están en el currículo diseñado de matemáticas, son generalmente herramientas especiales. Ya digo hay un mínimo de herramientas que aprenden de manera muy sencilla pero que no están incorporadas al currículo. Podríamos preguntarnos por qué no están incorporadas pero pedagogos tienen el conocimiento del sistema educativo español. Pero yo creo que sí es interesante que la forma inteligente de resolver problemas junto a la pérdida del miedo a las matemáticas es clave de cara al futuro. Y yo creo que eso hay que vencerlo de varias formas distintas: primero, las matemáticas es verdad que son difíciles pero que te gusten las matemáticas no es difícil. O dicho de otro modo, ser brillante en matemáticas solo va a estar permitido a unos cuantos, pero saber de matemáticas tiene que saberlo todo ciudadano y toda ciudadana. Hay que perder el miedo a hacer las cuentas porque en muchas ocasiones el problema no es que hagas mal las cuentas, sino que no las haces. Y eso es una de las cosas contra las que sí queremos luchar. Para ello cada Octubre se celebra el Concurso de Resolución de Problemas INDALMAT en donde damos cita a más de cuatrocientos estudiantes de toda la provincia de Almería. Ahí se juega con un tipo de problemas en los cuales la solución no es solamente de tipo calculístico sino que tienen cuatro opciones tipo test para dejar a la intuición hacer su juego. Lo que se quiere es que nos demos cuenta de que se pueden jugar con las cifras, que se pueden jugar con las matemáticas, que se puede pasar muy bien resolviendo problemas y que en absoluto es ni aburrido, ni una pérdida de tiempo, ni algo que tampoco tenga que ver con la realidad.”
¿En qué se beneficia la Universidad de Almería al acoger estas Olimpiadas?
“La Universidad, como ente público al servicio del saber, está al servicio de la sociedad y por lo tanto de entrada creo que es un compromiso nuestro el darle un soporte a las Olimpiadas. Tendría que ser mayor el apoyo de la Universidad, pero de momento se va consiguiendo dar respuesta a todo lo que se va demandando desde fuera.
Yo siempre digo que los que estamos al cargo de entes administrativos no es cuestión de que nos inventemos la realidad y entonces creemos cosas por crearlas, sino que seamos capaces de que lo que ya existe hacerlo valer y darle repercusión. Entonces en la medida en la que estos chavales han venido a estas Olimpiadas y han hecho estos méritos es algo que desde la Universidad se está poniendo en valor y de alguna forma la sociedad está mirando a esos chicos que están siendo potenciados por la Universidad. Sí es verdad que luego les planteamos que en el caso de que quieran estudiar Ciencias Experimentales en este caso, la matrícula de la Universidad es gratuita, sólo se paga en uno por ciento de las tasas, además de que se les regalaría un ordenador personal para su disfrute durante el Grado en caso de que se matriculasen en una de las cuatro titulaciones que tenemos en la Facultad.
Dicho de otro modo, lo que se busca es un acompañamiento, una cercanía, un normalizar las relaciones.”
