En un lugar de Almería

En un lugar de Almería tuvo lugar el eclipsamiento que provocó el pasado viernes 17 a las 21:30 horas en el Auditorio Maestro Padilla una valiosísima representación teatral llamada ‘En un lugar del Quijote’ llevada de la mano de la compañía Ron Lalá. El evento enmarcado en las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro consiguió llenar el teatro con un público que se trasladó a la magia Cervantina y no perdieron detalle en ningún momento.

Los actores le dieron a la obra la contemporaneidad que se merece, pues a pesar de ser una obra de Siglo de Oro, la adaptaron de tal forma que es totalmente entendible hasta nuestros días. Groso modo, podría decirse también que trata de un mitin izquierdista cuando Sancho, al ganar la ínsula prometida se dirige al público y promete: pan, trabajo y educación gratuita. También Sancho hace una crítica al siglo actual, al decir que en el Siglo de oro la palabra de un hombre era más que suficiente y que en este siglo hay muchos jueces, abogados, etc., pero no hay honradez.

Han demostrado que a pesar del tiempo pasado, es un libro totalmente de actualidad, donde se pueden entender muchas cosas de nuestro siglo a través de la obra. Los lectores salen de la obra con ganas de leerse el libro, ya que el espectáculo tiene una carga cómica que no deja indiferente, el escenario es magia, y en esa magia habita el espectador. Como por ejemplo el momento en el que Don Quijote y Sancho bajan al escenario y espontáneamente buscan una Dulcinea. Los actores interactúan constantemente con el público.

La argumentación de la historia en sí no deja de viajar constantemente a la actualidad, como si Miguel de Cervantes estuviera pensando en este siglo, me ha llamado la atención la forma en la que a pesar de hablar de la lealtad de las personas, dejan como dueño de una ínsula a un hombre rudo, inculto, inepto para dicho cargo, pareciera como si alguien le hubiera quitado el polvo al libro y no lo estuvieran representando haciendo alarde a los tiempos actuales.

En lo que concierne a la puesta en escena todo estaba totalmente trabajado hasta el último detalle: la iluminación, el vestuario, la escenografía, los diferentes papeles de los personajes e incluso, la comicidad, algo muy importante y con lo que hay que saber trabajar muy bien para que el público a pesar de reírse no pierda detalle con el argumento.

En resumidas cuentas y a modo de conclusión, me atrevo a decir que “En un lugar del Quijote” es una obra que termina en una escasa hora y media y muchos aplausos, pero con la que sales pensando encontrarte con ella “en un lugar de tu casa” y leerla en silencio.

Mujer por fuerza

‘Mujer por fuerza’ se representó el domingo 19, a las 18:30 en el Auditorio Maestro Padilla, el autor es Tirso de Molina y su compañía es dirigida por José Maya.

En la obra pienso que el público se perdió demasiado porque hacía mucho inciso en lo cómico y eso te llevaba a que te olvidaras el tema de conversación del que hablaban. Me resultó demasiado infantil la mímica, creo que estuvo fuera de lugar hacer gesticulaciones de modo como si estuvieran sacando su espada o luchando. Desde mi punto de vista, otro error fueron los espasmos que a los actores les daba cuando sonaba la guitarra o cuando debatían sobre algo, pienso que no venían al caso y ni siquiera resultaba cómico. Por otra parte considero que se abusó del uso de la costurera, que siempre se levantaba para ir detrás del rey de Nápoles a tomarle medida. Pero lo realmente desproporcionado fue cuando se enzarzaron en discusiones y el rey le pegaba a la costurera, incluso tirándola al suelo. Pienso que refuerza la campaña que defiende los derechos humanos de la mujer, desde la ironía.

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