En marcha una campaña para proteger a las aves insectívoras, “el mejor y más barato de los insecticidas conocidos”

El Grupo Ecologista Mediterráneo, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de Andalucía y la Sociedad Española de Ornitología han puesto en marcha una campaña informativa para la protección de las aves insectívoras que viven en nuestras ciudades y pueblos y cuya supervivencia se ve amenazada por la destrucción sistemática de sus nidos. Recuerdan que las aves insectívoras y sus nidos están protegidas por la legislación andaluza, regional y nacional y advierten que las infracciones, que normalmente llevan aparejadas sanciones de entre 600 y 60.000 euros en el caso de destrucción de los nidos, pueden llegar a alcanzar los 200.000 euros en algunos casos graves.

Pero más allá de normativas de protección o de sanciones, el GEM, la Delegación Territorial de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía y la SEO, que desarrollan juntos esta campaña, quieren llamar la atención de los almerienses al recordarles que las insectívoras son “el mejor de los insecticidas conocidos, y el más barato”. Los estudios realizados por la Sociedad Española de Ornitología indican que una sola golondrina, un vencejo o un ‘avión’, entre otras especies, es capaz de engullir diariamente dos o tres veces su peso en insectos molestos para las personas como las moscas o los mosquitos, avispas y otros invertebrados.

En Almería y sus pueblos existen aún poblaciones notables de aves insectívoras como los gorriones (de los que cada vez se observan menos por el efecto de los pesticidas o la escasez de arbolados y jardines), papamoscas, petirrojos, vencejos (aviones) o golondrinas, especies que en muchos casos ven cómo los vecinos destruyen sus nidos por las molestias que provocan en forma de suciedad, “un problema que se soluciona tan fácilmente como colocando un papel bajo los nidos”.

De lo que no cabe duda es de su capacidad para combatir las plagas de mosquitos, moscas, avispas y todo tipo de insectos. Uno de estos pájaros es capaz de engullir diariamente dos o tres veces su peso en insectos, por lo que aportan un importante beneficio en las ciudades y pueblos. Los datos son concluyentes, como se refleja en los informes de la SEO, que recogen que una sola golondrina, o un vencejo, consume en torno a 850 moscas y mosquitos cada día, lo cual supone que al cabo del año habrá comido más de 310.000 insectos. Traducido a kilos, una familia de aves insectívoras comerá en la zona en la que anida alrededor de cuatro kilos de mosquitos y moscas, una cantidad nada despreciable y muy difícil de eliminar por medios físicos o químicos.

Con esta campaña, pretenden concienciar a los almerienses sobre la importancia de estas aves y sobre la necesaria protección de sus nidos porque “en buena medida la destrucción se debe a la ignorancia de los beneficios que estas aves suponen para los ciudadanos. La gente se queja de que hay muchos mosquitos, pero no sabe que estos pájaros pueden solucionar el problema de una forma natural”, asegura Pepe Rivera. La delegada territorial de Desarrollo Sostenible, Raquel Espín, considera importante esta campaña porque “lo más adecuado es informar a los almerienses de los beneficios que aportan las insectívoras, una labor mucho más importante que imponer sanciones que, aunque son importantes, son lo menos deseable; hay que primar la información para que respetemos a las aves y nos beneficiemos de su capacidad como insecticidas”.

Los aviones comunes y las golondrinas comunes construyen sus nidos en las paredes de los edificios, sobre todo en los porches, patios, terrazas, y alféizares de ventanas, lo que es a veces visto como un problema para la “estética” y la “limpieza” de estos lugares. En el caso de los vencejos, la destrucción de los nidos viene dada principalmente por las remodelaciones de edificios, pues anidan en los huecos de las paredes o en las tejas de viviendas antiguas. Actualmente la construcción de nuevos edificios, de paredes completamente lisas, o la rehabilitación de los antiguos en los que se tapan y cierran huecos supone un grave problema para estos “buenos amigos”.

Como reza el lema de la campaña de protección de las insectívoras, ¡Déjalos vivir!, se trata de evitar que siga bajando el número de ejemplares en nuestras zonas urbanas. Desde el GEM su presidente, Pepe Rivera, afirma que “si queremos seguir viendo estas preciosas aves, gozar de su protección ante las molestas plagas de mosquitos o moscas, y verlos volar en nuestros cielos cada día, tenemos que frenar la destrucción de sus nidos y colaborar para seguir teniéndolos como vecinos cada año.

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