La apertura se produce tras la primera campaña de excavación dirigida por la Universidad de Alicante en colaboración con el Museo Arqueológico Comarcal de Orihuela. Esta es la primera actuación de cara a musealizar la zona, rica en restos que van desde el final de la Edad de Bronce y hasta época Ibérica de la Edad de Hierro
Entre los años 1970 y 1973 del pasado siglo XX se llevó a cabo una excavación arqueológica en lo que era, por entonces, un cerro. Desde esa última fecha el yacimiento quedó abandonado. La actuación del Ayuntamiento de Orihuela, que lo adquirió hace ahora dos años, en 2019, junto a las tareas hace nueve meses de desbroce y limpieza de la zona, con eliminación de parte del campo de limoneros en que se había convertido el lugar desde los años setenta, permitió el posterior paso del georradar en enero de 2021.
Encargada la dirección de la excavación al investigador de la Universidad de Alicante y miembro del Instituto Universitario de Investigación Arqueológica y Patrimonio Histórico (INAPH), Alberto Lorrio, el resultado abre las puertas a futuras excavaciones. Lorrio ha actuado, en un primer momento, sobre la zona de las excavaciones realizadas en los años setenta, descubriendo un edificio monumental; sus dimensiones son 19 metros de longitud y muros maestros de 1,20 metros.
Declara el catedrático de Prehistoria de la UA cómo “después de esta primera campaña tenemos suficientes datos y evidencias como para poder musealizar la zona”. De hecho, confiesa, ya han identificado este y otros edificios de Época Ibérica, desde el periodo del final de la Edad de Bronce a la Edad de Hierro. “Hemos hallado viviendas de planta circular del Bronce Final, casas de planta cuadrangular de la época del Hierro Antiguo y casas de época Ibérica, pertenecientes a la Edad de Hierro”, detalla.
Tras el paso del georradar los investigadores han identificado anomalías, han excavado y han descubierto un gran edificio del siglo VII a. C. y otro del siglo III a. C. “Las posibilidades que esta zona tiene ahora son enormes”, señala el director de la excavación. El lugar sufrió expolio después de su abandono, a finales de los años setenta. A pesar de ello “las terrazas estaban sin tocar. Debajo de ese sustrato vegetal tenemos el asentamiento antiguo”, detalla Lorrio.
Fue por aquella fecha de finales de los años setenta que este espacio se catalogó y declaró Bien de Interés Cultural (BIC). El hallazgo les ha permitido reconstruir toda la historia del poblado, desde sus niveles fundacionales hasta su abandono; y, dado que cuenta con la particularidad de haber sido abandonado en el siglo III a. C., según calcula el investigador de la UA, esto le otorga un interés especial frente al resto de poblados de esa época que fueron abandonados hacia el siglo IV a. C.
Esta primera campaña ha durado cuatro semanas. Comenzó el 5 de mayo y ha finalizado el 5 de junio. La actual excavación incluye su posterior musealización, sobre la que ya están trabajando. La jornada de puertas abiertas de mañana sábado, día 19 de junio, es el primer paso de cara a este objetivo.
El terreno del yacimiento arqueológico de Los Saladares tiene una extensión de 10.000 metros cuadrados. Se encuentra situado a unos tres kilómetros de la ciudad de Orihuela, en las proximidades de la Vereda Buenavida, entre las pedanías oriolanas de Los Desamparados y Arneva, en el paraje conocido como Los Cabecicos Verdes.
Las visitas guiadas están programadas, previa reserva, para mañana sábado 19 desde las 9:30 y hasta las 13:00 horas, pudiendo concertarlas llamando al teléfono 965 30 28 91 o en patrimoniohistorico@orihuela.es