El Parque de las Ciencias mira “con ojos de niño y de niña”. Lo hace a través de las viñetas del pedagogo e investigador Francesco Tonucci, protagonista de la exposición ‘Imaginar la educación. 50 años con Frato’, la nueva apuesta temporal que podrá verse en el museo hasta el próximo mes de septiembre.
Unido al Parque de las Ciencias desde su origen, tanto como fuente de inspiración como impulsor de su creación, Tonucci vuelve a Granada con esta muestra que profundiza en su concepto de la educación basado en el respeto y la escucha a los niños/as y en el valor de la participación para fomentar el aprendizaje y promover la curiosidad.
La Presidenta del Consorcio y Consejera de Educación, Adelaida de la Calle, la Vicepresidenta del Parlamento Andaluz, Teresa Jiménez, el Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Granada, Ruyman Francisco Ledesma, la Delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía, Sandra García, el investigador y pedagogo italiano, Francesco Tonucci, el Director del Instituto de Ciencias y Tecnologías de la Cognición de Italia, Rino Falcone, y el Director del Parque de las Ciencias, Ernesto Páramo, junto a otros miembros y autoridades del Consorcio, han sido los encargados de inaugurar esta mañana la exposición.
Son 1.500 m2 dedicados a hablar de educación, de la infancia, de pedagogía y sobre todo de la importancia social de los buenos profesionales de la educación. Y es que como el propio Tonucci afirma, la solución para que la escuela permita desarrollar las excelencias y cualidades de todos es que existan “buenos maestros”. Un concepto, una filosofía que ha defendido desde que hiciera su primera viñeta en el año 1966 y que queda registrada en los dibujos originales, objetos, publicaciones, documentales, actividades participativas y talleres didácticos que dan forma a ‘Imaginar la educación’.
Así la exposición es una invitación a pensar, a discutir prácticas desacertadas, a imaginar un cambio. Y al mismo tiempo es una oportunidad para mostrar la inteligencia y la creatividad de los niños, niñas y adultos, su capacidad para aprender y construir. Algo que la hace ser un proyecto vivo, es decir, que crecerá, se desarrollará y cambiará gracias a la contribución y participación del público en las actividades que se proponen.
Está estructurada en torno a 10 ámbitos que ayudan a reflexionar y tomar conciencia desde el punto de vista de los niños-as frente a realidades cotidianas como la escuela, la casa, el juego, la ciudad, el aprendizaje, etc.
‘Las viñetas de Frato nos dan la Bienvenida’, donde se exponen algunas de las ilustraciones más representativas del pedagogo italiano, es el área que abre la exposición, para dar paso a ‘El mundo de Frato’, donde se acerca a la persona y al personaje a través de dibujos originales, fotografías, objetos, etc. Su reivindicación sobre la importancia de integrar actividades manuales y oficios en la escuela también se materializa en la muestra en el espacio ‘Cien manos, cien lenguajes’, donde a través de imágenes y propuestas interactivas se provoca al público a que use sus manos para pensar, para experimentar…
Le siguen otros siete ámbitos basados en la participación, la creatividad, el aprendizaje y la imaginación. ‘Bicicleta. Espacio para disfrutar, investigar y aprender’, aquí se refleja el valor de libertad y autonomía, que lleva implícito el uso de la bicicleta desde la infancia, al tiempo que se explica el proceso físico y mecánico que permite el movimiento; ‘Construcciones, pequeñas piezas, grandes creaciones’, una zona para dar rienda suelta a la curiosidad y la creatividad con materiales sencillos y reciclados; ‘Juguetes. A jugar no se aprende, pero jugando se aprende’, partiendo de modelos de juguetes, se invita a los asistentes a que diseñen juguetes, investiguen mecanismos, indaguen en nuevas formas de comunicar a través del juego; ‘Tengo una idea. Propuestas para seguir inventando’, creaciones libres a través de tres propuestas: las palabras, las acciones y las formas; ‘Ágora. Niños y niñas toman la palabra’, los miembros del Consejo Infantil y Juvenil del museo, guiarán el debate, la reflexión y animarán a que todos tomen la palabra; ‘Naturaleza. Agua, barro y arena para aprender’, un acercamiento al medio ambiente a través de la creación y el juego y ‘Para saber más’, un espacio bibliográfico y de consulta informática.
Además, la exposición tiene un completo e interesante programa de actividades complementarias dirigidas a la comunidad docente como cursos, jornadas, conferencias y talleres; y también para el público general.
La muestra está dirigida a los profesionales de la educación, a los niños, a las familias, en definitiva, a toda la sociedad, porque todos tenemos la responsabilidad de escuchar lo que los más pequeños tienen que decirnos para construir ciudades, escuelas y en general espacios habitables y felices para todos.
Con esta nueva propuesta expositiva, el museo pone de manifiesto su interés por abordar todos los aspectos de interés para la sociedad. En esta ocasión el eje es la educación, un tema original que no suele abordarse en los museos de ciencia y que, sin embargo, está presente en la esencia de los mismos, que beben del concepto de aprendizaje defendido por el pedagogo italiano.
Francesco Tonucci
Francesco Tonucci es un investigador y pedagogo italiano nacido en Fano el 5 de julio de 1940. En 1966 realiza sus primeros dibujos de carácter pedagógico y desde 1968, con el heterónimo de ‘Frato’, comienza un trabajo gráfico sistemático con la intención de exponer su pensamiento educativo a través de viñetas y dibujos.
Es promotor y responsable desde 1991 del proyecto ‘La ciudad de los niños’, que en la actualidad compromete a 200 ciudades de varios países del mundo y cuyo principal objetivo es transformar las ciudades tomando como referencia la vida y necesidades de la infancia.
Tonucci, que fue reconocido en 2012 con la Medalla de Oro al Mérito en la Educación concedida por la Junta de Andalucía, también es el impulsor del Consejo Infantil y Juvenil del museo, una iniciativa que se ha convertido en referente nacional y que han seguido otros museos como el de Ciencias Naturales de Barcelona y la Ciudad de las Ciencias y las Artes de Valencia.