Desde el curso 1992-1993, la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid imparte el Grado en Logopedia, una titulación que cada año incorpora a cuarenta nuevos estudiantes en sus aulas y que como confiesa la coordinadora del grado, Rosa Belén Santiago Pardo, es “una gran desconocida”.
“Cuando llegan por primera vez a las aulas, muchos no conocen realmente las salidas profesionales, y son muchas”. De hecho, el campo de trabajo es tan amplio que se está demandando especializaciones, como el título propio que el próximo año se iniciará en la UVa denominado Experto en Neurorehabilitación logopédica avanzada del adulto, y que se reconvertirá en Máster el curso 2025-2026.
Cuáles son las áreas de trabajo de titulados en Logopedia
Los logopedas trabajan sobre todo en temas de voz, audición, habla, lenguaje (trastornos expresivos y comprensivos, de lectura y escritura), comunicación (falta de lenguaje) y deglución. Aunque, como explica Rosa Belén Santiago Pardo, la comunicación engloba todo “porque hay pacientes que no tienen ni voz, ni habla ni lenguaje, y tenemos que trabajar con la mirada o el lenguaje de signos, por eso somos “facilitadores de comunicación”.
Y éste es uno de los trabajos más nuevos en el que puede trabajar un logopeda. La coordinadora explica qué funciones tiene un “facilitador de la comunicación”. Un ejemplo que ilustra es un caso de una mujer maltratada que pueda padecer un ELA o una parálisis cerebral y tiene que enfrentarse a una declaración. “Ellas se tienen que comunicar por pictogramas, porque no pueden expresarse, y esto lo desconocen los abogados y los jueces, por lo que cuando llega al juicio uno de los problemas es que no puede comunicarse ni defenderse, y en estas situaciones es cuando intervienen los logopedas, ya que cuando le dejas tiempo y utilizan su sistema de comunicación (pictogramas) pueden explicar lo que les ha sucedido”.
Otras de las salidas más actuales de un logopeda es el trabajo como perito judicial. “Vamos a juicios y elaboramos informes periciales en los que determinamos hasta qué punto ese accidente o lo que le ha ocurrido a esa persona le ha perjudicado en su habla, comunicación o voz“, explica Rosa Belén Santiago Pardo. “Te explico un caso que ha llevado una compañera, logopeda y abogada, sobre una trabajadora de la limpieza que tuvo un juicio porque cuando trabajaba se quedaba sin voz. Se vió que le perjudicaban los productos de limpieza, y aquí intervino el logopeda quien elaboró un informe en donde se podía corroborar que estos productos le habían provocado una afonía”.
También intervenen en problemas de disfagia (no pueden tragar), porque tienen cualquier parálisis o un cáncer de laringe o garganta. “Tienes que enseñarles a tragar, a reforzar esa musculatura, y ese trabajo del logopeda es muy interesante”. Además se trabaja con pacientes con enfermedades neurodegenerativas, aunque no es posible recuperar “se puede conseguir que esa atrofia no vaya a más”.
Qué reivindica el colectivo de logopedas
Este colectivo lleva muchos años luchando porque el logopeda se incorpore al ámbito socioasistencial (educación, hospitales, centros de atención primaria, asociaciones). Para Rosa Belén “se han dado pasos importantes en estos últimos años”. “Antes no teníamos logopedas en hospitales, ahora sí, aunque es verdad que necesitamos más. Son los grandes desconocidos en los hospitales, pero están, es lo importante”.
Ahora mismo los logopedas se encuentran en unidades de ictus, por ejemplo, pero señala que se deberían incorporar a otras áreas como las unidades neonatales, en donde el trabajo del logopeda “ayuda al niño, le enseña a coger fuerza para que aprenda a succionar y pueda amamantar”. “En Castilla y León no hay especialización- explica-, pero en muchas otras comunidades autónomas ya existen logopedas especializados en neonatales”. También reclama este especialista en centros de salud y en centros escolares, porque actualmente en estos últimos están los educadores de audición y lenguaje “pero no hacen el mismo trabajo, no abarcan aspectos como la voz u otros problemas”. “Antes en los equipos multidisciplinares había logopedas, pero los quitaron y ahora se está luchando en el ámbito nacional para volver a incorporarlos. En esto también hay diferencias entre comunidades autónomas, ya que por ejemplo en Cataluña sí están”.
Otro de los ámbitos profesionales de este graduado son las residencias de ancianos y atención temprana. E incluso ya se están incorporando a los servicios odontológicos “en muchos centros cuando te hacen ortodoncia, te envían al logopeda para trabajar los órganos de la boca”
La labor de estos especialistas en asociaciones de párkinson, de esclerosis múltiple o ELA, es fundamental. “Me acabo de encontrar a un niño al que yo le enseñé a hablar hace ahora más de 30 años. Con seis tenía un trastorno del desarrollo lenguaje y no hablaba nada ni fijaba la mirada, no comprendía el lenguaje. Empecé de cero con él y me alegré porque le ví de mayor que ya se comunicaba”. Explica que es un trabajo muy bonito, aunque también admite que hay casos difíciles, e incluso con pacientes que están muy graves, y aunque intenten ayudarlos, al final fallecen. La labor de este profesional es muy gratificante “yo incluso lo hecho de menos ahora”, aclara.
“Cuando los estudiantes se incorporan al grado, es lo primero que les pregunto, si vienen con vocación. Me he dado cuenta de que muchos no saben lo qué es la logopedia”, agrega. Ellos vienen con ideas confundidas, y les voy contando todo lo que acabo de decirte, y se sorprenden. El grado de abandono es bajo, porque aunque muchos vienen de reboten porque no han sido admitidos en otras carreras, incluso si luego pueden hacerlo, se quedan porque les gusta.