El segundo sincrotrón más grande de América

Esta instalación científica se empleará para el desarrollo de nuevos materiales.

Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Centro Internacional de Física de Bogotá están trabajando en un proyecto para la construcción de un nuevo sincrotrón en la zona del Gran Caribe, un acelerador de partículas para estudiar la materia y sus propiedades. La revista Nature recoge en su último número un artículo sobre la historia de esta iniciativa y las acciones que se están llevando a cabo para hacerlo realidad.

Sincrotrón Alba, en España, al que se parecerá el que se levantará en el Caribe.

“El proyecto en el que estamos colaborando lleva por título LAMISTAD (Sincrotrón Internacional Latinoamericano para Tecnología, Análisis y Desarrollo / Latin American International Synchrotron for Technology, Analysis, and Development) y tiene como objetivo hacer realidad la Fuente de Luz del Gran Caribe.

En el mundo de la ciencia, las grandes instalaciones no solo marcan el camino hacia descubrimientos revolucionarios, sino que también contribuyen al desarrollo de altas capacidades y a la igualdad entre regiones: allí donde se erigen, surgen oportunidades de empleo, mejora de habilidades y avances en infraestructuras clave”, destaca Pedro Fernández de Córdoba, investigador del Instituto Universitario de Matemática Pura y Aplicada y catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial (ETSII) de la UPV.

Dentro de esas grandes instalaciones, los sincrotrones destacan por su gran potencial en sectores tanto científicos como industriales. Entre otros campos, son esenciales en áreas como la física de la materia condensada, el estudio de materiales, el desarrollo de nuevos medicamentos y vacunas, así como en la caracterización de suelos y procesos biológicos.

Sin embargo, el acceso a estas infraestructuras es desigual en todo el mundo, y las naciones de ingresos bajos y medios, en particular en el Gran Caribe y África, se enfrentan a desafíos significativos para aprovechar estas herramientas científicas de vanguardia. “Y es precisamente para tratar de reducir esta brecha y aprovechar plenamente el potencial científico de estas regiones para lo que estamos desarrollando el proyecto LAMISTAD”, añade Juan Ángel Sans, investigador del Instituto de Diseño para la Fabricación y Producción Automatizada y profesor titular de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeroespacial y Diseño Industrial (ETSIADI) de la UPV.

Juan Ángel Sanz y Pedro Fernández de Córdoba.

El trabajo de Pedro Fernández de Córdoba y Juan Ángel Sans se centra en la parte técnica del proyecto, así como en el impulso de las acciones de comunicación; entre ellas, forman parte del equipo que está elaborando una propuesta que se presentará próximamente a la UNESCO para conseguir su respaldo a este proyecto.

“El camino hacia la construcción de la Fuente de Luz del Gran Caribe no va a ser fácil, pero su realización podría representar un paso significativo hacia la equidad en el acceso a la ciencia, a la tecnología y al desarrollo regional. En cualquier caso, para hacer realidad esta visión, va a ser necesario un fuerte apoyo tanto de la comunidad científica como de los responsables políticos y de las organizaciones internacionales dedicadas al avance de la ciencia y la tecnología”, añade Pedro Fernández de Córdoba.

Nuevo sincrotrón americano y en conexión con África

Actualmente, en Iberoamérica ya existe un sincrotrón, en concreto en la ciudad de Campinas en Brasil. La infraestructura impulsada por LAMISTAD sería complementaria y permitiría abordar problemas más cercanos a la zona, por ejemplo, para estudios en agricultura, arqueología o patrimonio cultural.

Además, el proyecto LAMISTAD está estableciendo sinergias con la iniciativa africana para poner en marcha el African Light Source, que busca crear una instalación de sincrotrón pan-africana. “Se están sentando las bases para una conexión entre África y Latinoamérica que impulse estas instalaciones en ambas zonas del mundo”, añade Juan Ángel Sans.