El Museo del Prado cumple 200 años y su conmemoración llega a la Región de Murcia de la mano de Francisco de Goya. Enmarcado en el programa expositivo ‘De gira por España’, el Museo de Bellas Artes de Murcia (Mubam) acoge desde hoy la exposición de una joya de la colección del Prado, el retrato del actor cartagenero Isidoro Máiquez, obra del genial artista aragonés.
Hasta el próximo 10 de noviembre podrá visitarse esta obra, que fue realizada por Goya en 1807 y que se puede contemplar habitualmente en la exposición permanente del Prado.
Anteriormente, este retrato pudo ser contemplado en la Región de Murcia en el año 2004, cuando el Prado realizó otra de sus exposiciones itinerantes. Ahora, quince años después, se ofrece una nueva oportunidad para ver la obra del artista universal.
El Mubam acogió hoy la presentación de la citada obra, así como el programa de actividades paralelas a la misma durante un acto en el que participaron la consejera de Educación y Cultura, Esperanza Moreno; el director del Museo del Prado, Miguel Falomir; el rector de la Universidad de Murcia, José Luján; y el director de la Fundación Cajamurcia, Pascual Martínez, entre otros.
La consejera destacó que “esta obra de Goya resulta especialmente estimada en la Región, por representar a una de las grandes figuras del teatro español, Isidoro Máiquez, que fue un cartagenero universal, admirado por su amigo Goya y aplaudido por personalidades como Pérez Galdós”.
Conferencias, música y cine
En torno al cuadro y su autor, Francisco de Goya, se han impulsado un conjunto de actividades. Así, el Mubam ofrecerá entre octubre y noviembre un ciclo de cinco conferencias dedicadas a la pintura del artista, dos conciertos con la música de la época en que vivió el pintor, así como talleres infantiles.
Asimismo, la Filmoteca regional programa en estos meses un ciclo de películas sobre Goya, con títulos como ‘La maja desnuda’, ’Los fantasmas de Goya’, ‘Goya en Burdeos’ o ‘Volaverunt’.
Un cartagenero universal
El cartagenero Isidoro Máiquez (1768-1820) debutó en Madrid en el Teatro del Príncipe en 1791, del que llegaría a ser director en 1804, después de haber estudiado en París, becado por deseo del ministro Godoy, con el célebre actor trágico François-Joseph Talma (1763-1826). Goya pudo pintarlo para ese Ministerio, ya que el cuadro procede del Ministerio de la Gobernación, que lo envió al Museo del Prado para su restauración tras los daños sufridos en la Revolución de 1868. Su técnica, avanzada y moderna, exige una visión distante, que revela en toda su dimensión la compleja personalidad del actor.
El 19 de noviembre de 1819 se inauguró el Real Museo de Pinturas y Esculturas, que con el tiempo adoptaría su nombre actual de Museo Nacional del Prado. Desde sus orígenes, el Museo del Prado ha tenido como sede el edificio diseñado en 1785 por el arquitecto Juan de Villanueva para alojar la Academia de Ciencias Naturales y el Gabinete de Historia Natural. Su excepcional patrimonio, cuyo origen fueron las colecciones reales, se ha ido acrecentando constantemente con adquisiciones y donaciones y comprende pinturas, esculturas, dibujos, estampas, artes decorativas, fotografías y fondos bibliográficos y documentales.