Cada vez son más los estudiantes que deciden seguir su formación a través de plataformas online y no desde las propias aulas. Los datos hablan por sí solos. De los 1.532.728 estudiantes universitarios españoles matriculados durante el curso 2014-15 –últimos datos oficiales registrados por el Anuario “Datos y cifras del sistema universitario español” del Ministerio de Educación- un 15% lo hizo en universidades online, es decir, un 6% más de los que lo hicieron en el 2000.
Pero este crecimiento no es sólo el resultado del pionerismo de España en materia de enseñanza universitaria en línea (la primera universidad del mundo de esta modalidad es la UOC, fundada en 1994 y hoy referente europeo en innovación didáctica con más de 60.000 graduados), sino de un más amplio cambio de paradigma del estudiante.
Formarse para toda la vida
En España, el 63% de los estudiantes de más de 30 años que cursan estudios superiores lo hace en universidades online. El 28% de estudiantes en esta modalidad tienen entre 26 y 30 años.
Con la llegada de Internet, se desarrolla la idea de que la formación puede desarrollarse a lo largo de la vida, un pensamiento que, con los años, se ha ido consolidando y que todos los indicadores apuntan a que irá a más.
Demandas del mundo laboral
Pese a que con más lentitud, también aumenta la cifra de estudiantes en línea por debajo de los 25 años, que durante el curso 2014-15 alcanzaba ya el 9%.
En cualquier caso, los expertos aseguran que se trata de una cifra que irá a más pues varios estudios de RRHH certifican que las empresas piden cada vez más perfiles que se hayan formado en línea, demostrando capacidades para el manejo de las TIC, adaptabilidad y capacidad de organizar su propio plan de estudios.
De la misma manera que ahora se mira la televisión a la carta, también se estudia a la carta. El avance de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), permite crear nuevas herramientas didácticas que se ajustan a las exigencias de tiempo y contenidos de cada alumno: un traje a medida didáctico que halla en los Massive Online Open Courses (MOOCs) una de sus más efectivas expresiones.
Creciente oferta formativa
Otra de las claves que también está favoreciendo el interés por los estudios online es el aumento de la oferta formativa. Ello permite que cada vez más estudiantes puedan acceder a los contenidos formativos y titulaciones que desean, sin moverse de sus hogares.
Por ejemplo, si en el curso 2013-14 el sistema universitario español ofrecía 207 másters, en el curso 2014-15 la cifra ya ha llegado a los 312.
