Fuimos cazadores paleolíticos hasta hace 9.000 años. ¿Qué cambió para que esta práctica ancestral sea ahora cuestionada? En “Matar lo libre”, el fundador del movimiento ecologista en España, periodista y naturalista, Benigno Varillas reflexiona en torno a caza partir del análisis de los célebres prólogos a la caza de José Ortega y Gasset en 1942 y de Félix Rodríguez de la Fuente en 1969. Invitado por el grupo de investigación de Zoología de Vertebrados del Departamento de Ciencias Ambientales y recursos naturales, Varillas visitará la Universidad de Alicante este jueves, día 3 de octubre, para demostrar “bajo qué condiciones un conservacionista puede y debe estar a favor de la caza”. La presentación del autor correrá a cargo del catedrático de Zoología, Vicente Urios y tendrá lugar en el salón de actos de la Facultad de Ciencias (fase 2) a las 13 horas. La entrada es libre y está limitada al aforo de la sala.
En una particular visión sobre la actividad cinegética, el que fuera biógrafo de Félix Rodríguez de la Fuente sostiene que “los cazadores tendrán que recuperar su esencia para ser aceptados por una sociedad en la que crece la aversión a que se maten animales salvajes por placer, diversión o deporte”. El autor, que ha sido reconocido con el Premio Nacional de Medio Ambiente, el Premio Ford a la Conservación, el Premio FONDENA, otorgado por el Rey de España o el Premio BBVA a la Difusión del Conocimiento y Sensibilización en Conservación de la Biodiversidad, afirma que la actividad cinegética “podrá aspirar al prestigio otorgado a los depredadores salvajes y al recolector–cazador paleolítico si contribuye al proceso evolutivo en la naturaleza, de lo contrario, desaparecerá irremisiblemente, por atentar contra la ética y la sensibilidad de la sociedad moderna”.
Recolonizar el medio rural
El autor de este ensayo desarrolla esta idea y revisa prácticas caducas de ecologistas, cazadores y mundo rural. “Ser aceptadas y valoradas por la sociedad digital de la información y el conocimiento exigirá profundos cambios a la actividades cinegéticas y a la conservación de la naturaleza”, afirma.
Varillas propone recolonizar el medio rural abandonado con profesionales que trabajen por Internet y vivan en la naturaleza. Plantea “repoblar la España vacía con teletrabajadores naturalistas y cazadores que conecten al ser humano tecnológico con lo libre. Una población rural no destructora que recupere lo salvaje. Nuevos rurales que desarrollen su profesión a distancia y retransmitan al mundo el pulso de la vida no domesticada, asumiendo funciones de vigilancia y seguimiento de la fauna, hoy en manos de costosos funcionarios. Aprovechar la proteína salvaje será parte de esa labor”. En esta visión alternativa, sostiene que en la España rural de la Sociedad de la Información “los depredadores son aliados, no enemigos”, y la caza de los herbívoros “un elemento más de la gestión del territorio para mantener sanas y en equilibrio la fauna y la flora”. Varillas recoge en su propuesta una serie de premisas avanzadas por Félix Rodríguez de la Fuente ya en 1969 que, de cumplirse, supondrían un gran reto para el presente.