El Complejo Hospitalario Torrecárdenas de Almería emplea una técnica pionera para el abordaje de los tumores gastrointestinales y ginecológicos localizados en la cavidad peritoneal que mejora la supervivencia de las personas afectadas por esta patología. La técnica consiste en aplicar quimioterapia en el mismo acto quirúrgico en el peritoneo, la membrana que reviste la cavidad abdominal.
Desde que se pusiera en marcha, a comienzos del año 2005 y hasta la fecha, los profesionales del servicio de Cirugía han empleado esta técnica en más de un centenar de ocasiones. Este procedimiento, que reporta resultados excelentes, combina la eliminación del tumor y la administración de quimioterapia intraperitoneal. Se trata, por tanto, de eliminar las células cancerosas con la cirugía y, acto seguido, aplicar un protocolo de quimioterapia con el propósito de eliminar las células residuales que ni siquiera son visibles para los propios cirujanos.
El Complejo Hospitalario Torrecárdenas está aplicando, junto a otro hospital andaluz (Hospital Reina Sofía) y ocho españoles, esta técnica para el tratamiento de la carcinomatosis peritoneal que mejora la supervivencia de los pacientes afectados por esta patología tumoral. El responsable de la Unidad-Programa de Cirugía Oncológica Peritoneal-Carcinomatosis, el doctor Juan Torres, cirujano del Complejo Hospitalario Torrecárdenas e impulsor de esta técnica quirúrgica en Almería, ha señalado que “la técnica de Sugarbaker, nombre del cirujano americano que la ideó, se aplica para el tratamiento de tumores abdominales y ginecológicos y consiste en aplicar quimioterapia por vía intraabdominal durante la misma intervención quirúrgica en la que también se extirpa el tumor o tumores”.
La quimioterapia se realiza en una sola dosis, a una temperatura elevada, entre 41 y 42 grados y durante 60 ó 90 minutos. “De esta forma, la quimioterapia llega mil veces más concentrada a las células malignas que si fuera introducida a través del sistema circulatorio, hasta ahora el único tratamiento que era posible en estos pacientes” apunta Torres. El doctor Torres ha explicado que “esta combinación de cirugía y quimioterapia permite eliminar las células residuales que no son visibles para los cirujanos, permitiendo un mejor resultado para el paciente. De hecho, antes de la introducción de esta técnica, la mayoría de los pacientes con carcinomatosis peritoneal eran considerados pacientes terminales. La introducción de esta compleja técnica en la práctica clínica ha permitido que muchos de ellos pasen a ser considerados potencialmente curables o, al menos, podamos aumentar significativamente su supervivencia y el periodo libre de enfermedad. No obstante, es muy importante una adecuada selección de los pacientes candidatos a este tratamiento, de ahí que sea crucial su valoración por equipos especializados en esta técnica”.
El equipo multidisciplinario de Torrecárdenas, integrado por cirujanos, oncólogos, anatomopatólogos, anestesistas, profesionales de las unidades de reanimación y cuidados intensivos, así como de enfermería, entre otros, han realizado hasta la fecha 105 intervenciones aplicando esta novedosa técnica. Para poder aplicarla, además de la formación específica y adquisición del equipamiento para administrar quimioterapia de la más alta tecnología, los profesionales del Complejo Hospitalario Torrecárdenas colaboran con distintos centros europeos y norteamericanos, como el Instituto de Cáncer de Washington y el Hospital St. Anges de Baltimor, ambos de Estados Unidos, para continuar mejorando la técnica. La combinación de cirugía y quimioterapia se ha aplicado ya a más de un centenar de pacientes desde que se realizaron los primeros casos, en el año 2005, de las cuales 44 han permitido tratar el cáncer de colon, 34 cáncer de ovario, 5 tumores de peritoneo, 4 cánceres gástricos, 3 sarcomas y 3 ascitis debilitantes, entre otras patologías. Esta cirugía, aplicada a los tumores de ovario, cobra especial importancia ante el incremento de nuevos casos diagnosticados recientemente en mujeres cada vez más jóvenes, incluso en la tercera década de la vida. La supervivencia global tras las intervenciones de ovario con esta técnica en Torrecárdenas supera el 60% a los cinco años después de la operación en pacientes de una edad media de 50 años. Estas cifras son extraordinarias, ya que hace sólo 20 años moría el cien por cien de los pacientes con carcinomatosis peritoneal