Según el GEM, el Ayuntamiento está permitiendo la destrucción sistemática de los humedales y la ‘ejecución’ de una extraordinaria avifauna que está en grave riesgo de extinción.
El Grupo Ecologista Mediterráneo ha vuelto a denunciar la destrucción sistemática que se está llevando a cabo en las zonas húmedas de su término municipal, y con ello el hábitat de numerosas especies de aves que, en algunos casos, está en un alto peligro de extinción.
Un problema que no es nuevo pero que en los últimos meses ha pasado de ser una preocupación a una situación de alarma.
Esos humedales sobreviven rodeados de invernaderos, explanaciones y un continuo trasiego de vertidos de tierras, escombros y residuos que las están convirtiendo en zonas prácticamente inhabitables por parte de las aves que constituyen un ejemplo de biodiversidad que es difícil encontrar en el resto de España y de Europa.
Desde el Grupo Ecologista Mediterráneo han denunciado la hipocresía de los representantes políticos a los que “se les llena la boca al hablar de sostenibilidad, de eficiencia en la agricultura, pero que hasta el momento han mostrado una absoluta dejación a la hora de proteger estos ricos espacios naturales”, según han expresado en su comunicado.
Como ejemplo de la situación denunciada, el GEM ha utilizado las Charcas de Sotomontes, lugar donde anidan especies como la Garcilla Cangrejera, la Garcilla Bueyera o los Moritos. Todas estas aves se encuentran en peligro de extinción según el Ministerio de Transición Ecológica.
Además de la situación de las aves, el Grupo ha denunciado el estado de las charcas y lagunas de la zona, las cuáles se encuentran en un “estado de relleno inmisericorde”, según el propio GEM.
Desde el Grupo Ecologista Mediterráneo reclaman al ayuntamiento que se ponga fin a la destrucción sistemática de los humedales de El ejido y del hábitat de la avifauna protegida. Además han denunciado como hipócrita el discurso de la corporación basado en la ‘apuesta por la sostenibilidad’, dado que no se ha llevado a la práctica.
El GEM además cuenta con el respaldo de los vecinos de las fincas colindantes a estas zonas, que también han denunciado la situación y la han puesto en conocimiento del consistorio.