Con el cartel de completo, Geolodía Alicante 2019 tuvo lugar el pasado domingo 12 de mayo en Busot, entorno con un gran interés científico por su excelente patrimonio geológico. Un itinerario divulgativo de casi 10 kilómetros entre las cuevas del Canelobre y la sierra del Cabeçó d’Or organizado por el Departamento de Ciencias de la Tierra y Medio Ambiente de la Universidad de Alicante en colaboración con el Ayuntamiento de Busot.
Los más de 1.100 participantes disfrutaron de una interesante jornada de turismo de interior y divulgación científica. La ruta, de cuatro horas y media y doce paradas, consistió en un itinerario circular de la sierra del Cabeçó d’Or (sendero PR CV-2, de casi 9 km de longitud) con una gran tradición entre los amantes del senderismo alicantino. En esta espectacular sierra, la alternancia de rocas de distinta resistencia a la erosión se ha configurado un relieve abrupto y configurado por barrancos y ramblas. Las escarpadas paredes rocosas del Cabeçó d’Or son un reclamo para los practicantes de la escalada y un atractivo para los senderistas. Su quebrado rocoso alcanza una cota máxima en la cumbre de 1209 m de altitud.
Las cuevas del Canelobre fueron descubiertas en el siglo X, aunque es a partir de mitad del siglo XIX cuando se tiene una información más detallada. Su nombre se debe a los conjuntos de espeleotemas con formas de grandes velas o candelabros (canelobre en valenciano) recubiertos de cera fundida. Además de aprender cómo se formaron tanto ellas como sus espectaculares estalactitas y estalagmitas, los asistentes al Geolodía 2019 pudieron reconocer rocas del Jurásico tan poco habituales en esta provincia, aprender sobre los rudistas que poblaron el mar cretácico, el origen de las mineralizaciones de hierro que hay dispersas en la sierra, el porqué de la existencia de las aguas termales y el funcionamiento del acuífero kárstico de la sierra.
Esta esta ocasión, Geolodía contó con 80 monitores, mayoritariamente profesionales de diferentes ámbitos de la Geología y de la Ingeniería Geológica de la Universidad de Alicante y Miguel Hernández, de diversos institutos de enseñanza de la provincia, de las administraciones públicas, y de empresas de hidrogeología y geotecnia; y con la entusiasta colaboración de estudiantes del grado de Geología de la Universidad de Alicante.