La enorme carga de polución que soporta el planeta debe ser reducida con urgencia. Aumentar las opciones de movilidad que utilicen energías limpias y renovables es fundamental. Los vehículos eléctricos están considerados como la pieza clave con la que llevar la transición de los medios de transporte hacia una economía en la que se reduzcan las emisiones de carbono. En este sentido, son las nuevas tecnologías las que tienen la última palabra.
La contratación de compañías eléctricas en los hogares que reduzcan la huella ecológica y, además, disminuya el costo por sus servicios es una realidad que ponen al alcance de las familias empresas como Eligenio. Esta plataforma digital asesora a los usuarios sobre compañías y tarifas de luz y gas para que accedan a información de calidad que les aporten los datos necesarios para que elijan con acierto cuál contratar. Debido a la importancia que ha cobrado en los últimos tiempos la movilidad eléctrica, han comenzado a ofrecer información en este sentido mediante su extenso y bien informado blog. Sin su colaboración no habría sido posible la redacción del presente artículo.
¿Qué es la movilidad eléctrica?
El concepto de movilidad eléctrica debe llevar aparejado la función de sostenible, englobando todos aquellos vehículos que recurren a la energía eléctrica de las baterías que llevan incorporadas para generar el movimiento. Estos aparatos no emiten gases de efecto invernadero, por lo que son esenciales para llevar a cabo una movilidad sostenible, reduciendo la carga de contaminación atmosférica existente, sobre todo en las ciudades.
Sin embargo, esta función respetuosa con el medio ambiente no se hace real si la energía utilizada para cargar las baterías proviene de fuentes tradicionales basadas en la quema de combustibles fósiles. Para que la movilidad eléctrica cumpla por completo su función deberá proveerse de fuentes limpias e inagotables, como aquellas que proceden de la energía solar, eólica, de la biomasa, hidroeléctrica, geotérmica o de la mareomotriz.
Para garantizar el desarrollo eficiente de la movilidad eléctrica, la innovación tecnológica es completamente necesaria, y se debe aplicar sobre su elemento principal, las baterías. Estas son algunas de las novedades aplicadas a los vehículos eléctricos, que los vuelven más limpios y ecológicos.
1. La tecnología modular
Uno de los mayores problemas de los vehículos eléctricos es la obsolescencia de su equipamiento electrónico. La caducidad o el deterioro de estos componentes supondrán 12 millones de toneladas de residuos de baterías solo durante esta década. Aceleron, una empresa británica, propone usar la comprensión para reducir el pegado de los componentes, principal impedimento para el desmontaje de un kit de batería, lo que supondría la posibilidad de reparación, reutilización o mantenimiento y no eliminación, como viene siendo habitual hoy en día.
2. La reutilización
Como causa de su uso, el rendimiento de la batería va disminuyendo progresivamente, perdiendo capacidad de almacenamiento. Sin embargo, Connected Energy ha conseguido aprovechar las baterías viejas, transformándolas y convirtiéndolas en unidades estacionarias de almacenamiento de energía.
3. El reciclaje
Cuando la capacidad de almacenamiento y rendimiento llegan a un nivel tan bajo que no se pueden reutilizar, el reciclaje se abre como una excepcional oportunidad para decirle el definitivo adiós a las baterías. La central de Umicore en Amberes ha logrado reciclar nada menos que 35.000 baterías durante los últimos 12 meses, convirtiéndola en la planta con mayor capacidad del mundo, aportando un modelo que puede ser replicado a lo largo y ancho del mundo.