La creciente proliferación de sitios web centrados en temáticas de ocio parece dejar una consecuencia: la reducción de las páginas científicas. Ahora, todo pasa por el tamiz de la inmediatez y del autodiagnóstico, pero hay mucho más.
Los dominios especializados y su evolución
Todos los dominios web relacionados con la ciencia han conseguido permanecer en la red gracias a su confianza en una empresa de servicios como el registro del dominio, el alojamiento web con protección SSL, los planes escalables y la asignación de un técnico que ayuda en todos los puntos del proceso al cliente final. A lo anterior se añaden factores de vital importancia como el empleo de la inteligencia artificial en el diseño y una adaptabilidad total a las tendencias tecnológicas más actuales. Sin embargo, la parte técnica no lo es todo y no van a apuntalar la estabilidad de un sitio si este carece de contenidos de calidad o de interés para su audiencia potencial.
Por ejemplo, seguir las recomendaciones para las entradas del blog correspondiente implica adaptarse, desde el punto de vista estilístico, al segmento de población que terminará leyendo cada texto. A su vez, la periodicidad de las publicaciones, una estrategia SEO adecuada y la renovación continua de los parámetros más esenciales son aspectos que implican tanto dedicación como un tiempo del que no siempre se dispone. Tener una web dedicada a la ciencia exige al menos una hora de trabajo diaria.
Las temáticas más diversas y especializadas
Dada la amplitud del campo semántico de la ciencia, resulta lógico encontrar contenidos que abren el abanico temático y que exponen distintas propuestas. Es el caso de los consejos para el uso de Internet, de los riesgos de la automedicación o de otras temáticas similares que generan mucho tráfico orgánico e interés en sus destinatarios potenciales. Asimismo, es bastante adecuado conseguir el objetivo principal de convertir la web en una fuente de consulta obligatoria para quien desee estar al tanto de las novedades de un nicho temático tan peculiar.
Por ejemplo, hablar del auge del Internet de las cosas y de cómo la inteligencia artificial incide en nuestra rutina diaria no excluye la redacción de un artículo de medicina. Enfocar la web como una revista ayuda a encontrar más lectores y a crear un espacio único en el que es posible encontrar un poco de todo. Respecto a las fuentes utilizadas en cada texto, hay que citarlas claramente y evitar parafrasearlas de manera continuada. El lector final decidirá si quiere ampliar la información o no, pero la meta es conseguir que permanezca todo el tiempo posible en la misma web. Respecto a la rentabilidad, habría que aclarar cómo las campañas de SEM ayudan muchísimo a generar interés y tráfico a partes iguales. La suma de los factores anteriores da como resultado un producto de mayor calidad. Así, encontrar en una empresa de servicios la piedra filosofal es el primer paso hacia el objetivo de divulgar contenido científico de la mejor forma posible. Mucha suerte a quien quiera abrir una web científica.