Un grupo de investigación de la Universidad de Málaga (UMA) ha llevado a cabo una investigación que analiza la situación de las mujeres ante los desahucios, cuyo objetivo es analizar el perfil sociodemográfico de las afectadas, así como determinar sus factores de riesgo. Los investigadores de la UMA llaman la atención sobre la falta de estudios de género que analicen estos procesos y que el duelo tras ser desahuciado dura de media más de un año.
El estudio se titula ‘Mujeres ante los desahucios. Análisis de situación, factores de riesgo y consecuencias’ y ha sido realizado para el Ministerio de Igualdad, por los profesores de Trabajo Social Rafael Arredondo Quijada; María de las Olas Palma García y Ana Cristina Ruiz Mosquera y las estudiantes de máster Ane Pérez Monesma y Ana Carbellido Fernández.
El trabajo llevó a entrevistar a 290 mujeres desahuciadas o en proceso de ello, procedentes de distintas provincias españolas. Se realizaron ocho grupos focales de mujeres de diferentes perfiles: monomarentales, migrantes (se llegó a 21 nacionalidades, incluida la española), féminas que viven solas, así como de las entidades y/o colectivos sociales que atienden estas situaciones.
La fundamentación de la investigación se basa en el convencimiento -reflejado en distintas publicaciones científicas- de que las situaciones de falta de vivienda, al igual que otros problemas de desigualdad, afectan con mayor incidencia entre los colectivos más vulnerables. Y entre ellos, de manera especial, se han visto afectadas las mujeres, quienes ante los procesos de desahucios no solo sufren la pérdida de su hogar, sino que además se ven expuestas de manera forzosa y silenciosa a múltiples situaciones de violencia, discriminación, estigma y exclusión.
Entre las conclusiones del estudio, se confirma el trauma que supone “ser desahuciada», especialmente en los perfiles analizados. Y, como se indica en el informe, la perspectiva de género en esta problemática “es un enfoque olvidado en muchas ocasiones que necesita y requiere de atención especial para hacerse oír, así como de cambios estructurales para afrontar las situaciones que, vividas en primera persona, nos han trasladado tanto las mujeres que han respondido al cuestionario como las que han participado en los grupos focales realizados”.
Otro aspecto literal que recoge el informe es el siguiente: «En cualquier caso, el duelo que supone la pérdida de vivienda a través de un desahucio es un proceso que en términos de tiempo supera el año, lo que supone una experiencia mantenida que agrava toda una serie de sentimientos y malestares, incluidos los problemas de salud.»