El CSIC hará una evaluación medioambiental de la cuenca del Salar de Atacama, en Chile

Salar de Atacama. FOTO: Sergio Díaz

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha cerrado este viernes un contrato de cooperación científica con la compañía minera chilena SQM Salar S.A., uno de los líderes mundiales en la explotación de litio y potasio, para realizar un diagnóstico y una evaluación ecológica y medioambiental de diferentes sistemas bióticos y abióticos de la cuenca del Salar de Atacama, el mayor depósito salino de Chile. Una labor que estará dirigida por la Estación Experimental de Zonas Áridas EEZA-CSIC de Almería.

Según lo declarado por Alejandro Bucher, vicepresidente de Medio Ambiente, Comunidades y Tecnología de la compañía, “el proyecto se enmarca en la mejora continua del plan de seguimiento ambiental, acorde con nuestra política de desarrollo sostenible, por lo que SQM constantemente está definiendo nuevos desafíos que le permitan continuar con el mejor estándar a nivel mundial”. 

Para ello, el CSIC ha formado un equipo multidisciplinar de investigadores expertos en ecología y recursos naturales que realizarán el diagnóstico durante el año y medio que dura el proyecto (de enero de 2019 a julio de 2020).

La presidenta del CSIC, Rosa Menéndez, ha firmado este viernes el contrato con Marcela Paratori, jefa de Proyecto, y Ximena Aravena, jefa de Medio Ambiente de la compañía.

El proyecto, estudiará los suelos, la vegetación y la fauna terrestre, y la biota acuática. La investigadora Eulalia Moreno, de la Estación Experimental de Zonas Áridas, que será la responsable del equipo, explica los detalles del proyecto: “Los componentes ambientales que tenemos que evaluar son prácticamente todos los que forman el ecosistema Salar de Atacama: microorganismos, suelo, agua, flora, fauna, y otros organismos acuáticos. Por esta razón en el CSIC hemos formado un equipo de investigadores expertos en estos temas, pertenecientes a siete de sus institutos.

El equipo de investigadores está formado por Marc Ventura Oller y Emilio Ortega-Casamayor, del Centro de Estudios Avanzados de Blanes; Carlos García Izquierdo, del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura; Andrew J. Green y Francisco J. Palomares Fernández, de la Estación Biológica de Doñana; Francisco Valera Hernández, Cristina Armas Kulik y Eulalia Moreno Mañas, de la Estación Experimental de Zonas Áridas; Enric Vazquez-Suñé, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua; Yolanda Pueyo Estaun, del Instituto Pirenaico de Ecología; y José Martín Rueda, del Museo Nacional de Ciencias Naturales.

Fases del proyecto

El proyecto se desarrollará en dos fases. En la primera se revisará el Plan de Seguimiento Ambiental Biótico (“PSAB”) actual, así como los datos que se han utilizado para su elaboración, todo ello suministrado por la empresa, y se efectuará una revisión  del mismo. 

En la segunda fase, el equipo del CSIC propondrá las correcciones y mejoras para la optimización del PSAB revisado durante la primera fase  con el fin de incorporar las más recientes investigaciones y avances científicos a nivel mundial. “El objetivo es comprender mejor los sistemas, bióticos y abióticos, que se van a proteger, identificar sus demandas y necesidades, y, a partir de ellos, proponer mejoras, si son necesarias, al Plan de Seguimiento existente”, indica Eulalia Moreno, investigadora de la Estación Experimental de Zonas Áridas, de Almería.

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