Los destinos de interior deben de hacer un esfuerzo por transformar los actuales recursos, e incluso productos turísticos en emociones, que hagan de la experiencia turística algo memorable, por lo que el turista esté dispuesto a pasar más tiempo en el destino y a realizar un gasto mayor. Esta es una de las conclusiones del I Congreso Internacional de Turismo de Interior de Andalucía, celebrado en Úbeda del 17 al 18 de febrero, organizado por la Cátedra de Turismo de Interior de la Universidad de Jaén con la colaboración de la Consejería de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local. En este sentido, el director de la Cátedra de Turismo de Interior de la UJA, el profesor Juan Ignacio Pulido, indica que, si los destinos no son capaces de emocionar al turista durante su visita, “difícilmente van a ser considerados por el potencial cliente”.
El director de la Cátedra de Turismo de Interior de la UJA aclara que el turismo de interior no es una tipología turística, ni un segmento. “Tradicionalmente, se ha acuñado el concepto de turismo de interior para hacer referencia al conjunto de tipologías turísticas que, en contraposición con el turismo de litoral, se desarrollan en los territorios de interior (exceptuando las capitales de provincia, que responden a una dinámica de desarrollo urbano). Entre ellas, cabría citar como las más genéricas, el turismo rural, el de naturaleza, el turismo activo, el turismo cultural, o, profundizando en los procesos de microsegmentación de la demanda, algunas otras, como el oleoturismo, el turismo ornitológico, el arqueoturismo, el agroturismo, etc.”, asegura.
El I Congreso Internacional de Turismo de Interior de Andalucía, que contó con la asistencia de casi 400 personas y una treintena de ponentes, se estructuró en torno a cuatro temáticas: la sostenibilidad del modelo turístico y cómo aplicarlo a los territorios de interior; la transformación digital y el papel de la innovación en el empoderamiento de las comunidades rurales; el papel del sector en la lucha contra la despoblación, y conversión del turismo experiencial en emocional.
Respecto a la sostenibilidad del modelo turístico, habría que establecer límites y regular la actividad turística para evitar la masificación y los impactos negativos del turismo en los territorios de interior. Además, es necesaria la creación de indicadores que permitan evaluar el impacto socioeconómico y medioambiental del turismo en el territorio y gestionar los destinos de acuerdo a la capacidad de gestión sostenible de los mismos. “La sostenibilidad, en la actualidad, no es una opción en el turismo de interior, sino una herramienta clave para garantizar la competitividad de los destinos turísticos”, indica el profesor Pulido.
En lo que se refiere a la transformación digital y el papel de la innovación, se indica que el turístico está siendo uno de los sectores en los que con más intensidad se está incorporando la tecnología. Así, se deben aprovechar las tecnologías para innovar y ofrecer nuevos productos, servicios y modelos de negocio al cliente, así como para reinventarse, mejorando los procesos y la calidad de los productos turísticos. De esta manera, el posicionamiento online de los destinos de turismo de interior está determinado por la creación de contenidos innovadores en redes sociales y la vinculación emocional con el segmento de mercado al que se dirigen. “El emprendimiento, el trabajo en red y una relación estrecha con la comunidad local son las acciones básicas para lograr el éxito de la creatividad en un destino turístico. Existe un fallo de visibilidad de los turismos basados en nichos de mercado, por lo que es necesario buscar nuevas fórmulas que ayuden a su promoción y comercialización”, explica Juan Ignacio Pulido.
Sobre el papel del sector en la lucha contra la despoblación, se considera que los programas de desarrollo local requieren de trabajo de campo, analizando los matices únicos de cada territorio, contribuyendo a su efectividad un carácter dinamizador, una disminución de la burocracia y la integración de sinergias entre administraciones. En este sentido, fomentar el arraigo, trabajar en aras de la igualdad y apoyar el turismo inclusivo son líneas estratégicas que precisan de actuaciones más concretas para el desarrollo sostenible del turismo de interior y que contribuirán a la lucha contra la despoblación del mundo rural. “Los productos turísticos de los destinos de interior deben plasmar la identidad del territorio y se han de enfocar a segmentos de demanda comprometidos con la cultura local de los lugares hacia los que se desplazan”, apunta el responsable de la cátedra.
Por último, respecto a la conversión del turismo experiencial en emocional, se destacó que se ha considerado erróneamente que el llamado turista de calidad es aquel que tiene un gasto alto en destino. En realidad, debería considerarse como turista de calidad aquel que valora lo que ofrece un destino, lo disfruta, se compromete con sus valores culturales, sociales y ambientales, y está dispuesto a dedicarle tiempo e interés. “Lo más probable es que este tipo de turista también esté dispuesto a pagar más por aquello que disfruta en mayor medida”, explica Juan Ignacio Pulido.
Todas las conclusiones del congreso, así como los vídeos del mismo, pueden consultarse en su página web: https://www.andalucia.org/es/congreso-internacional-de-turismo-de-interior