El novedoso Centro de Innovación de Flor Cortada en materia de Mejora Genética, Gestión Integrada de Plagas y Uso Sostenible de los Fertilizantes y Productos Fitosanitarios, en las instalaciones de Canaraflor, en Cehegín (Murcia), iniciará en breve sus trabajos comprobando la resistencia de distintas clases de claveles a enfermedades como el trips.
Así lo indicó el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Antonio Luengo, en la visita que realizó, donde aseguró que “nos encontramos inmersos en la transformación del sector hacia la agricultura 5.0, la cual tiene que ser más eficiente respecto a los recursos naturales y medios de producción utilizados para que nos permita ser más sostenibles, no solo en el aspecto medio ambiental sino en el social y económico, fomentando el asentamiento rural y propiciando el mantenimiento del sector agrícola, porque no se nos tiene que olvidar que el agro es sinónimo de vida y en su defensa tiene puesto todo el empeño el Gobierno regional”.
Luengo recordó que este proyecto fue una propuesta para “avanzar en buscar soluciones a los problemas del día a día respecto al manejo sostenible de plagas, abonado e, incluso, a la reconversión varietal”. Añadió que “el Gobierno regional entendió que existían fundamentos suficientes para declarar de utilidad pública la creación de este Centro de Innovación en la Comarca de Noroeste, para transmitir el conocimiento adquirido a los productores de flor cortada, en cuanto a técnicas de producción más sostenibles con el medio ambiente”.
La Comunidad subvencionó esta iniciativa con 195.000 euros, que se invirtió en la instalación de una nueva acometida y trasformador eléctrico para la automatización del invernadero, la implantación de un cabezal e instalación de riego automatizada, reacondicionamiento de la nave de producción para dificultar la entrada de patógenos, automatización de la ventilación, control climático, calefacción, sombreo y sistema de refrigeración para el mejor control de enfermedades, instalación de un sistema de iluminación y de tratamientos fitosanitarios para la introducción de nuevas especies vegetales.
El titular de Agricultura puso de relieve que “el sector de la flor cortada es estratégico para el desarrollo de la población rural en diversas comarcas productoras como es el Valle del Guadalentín, Campo de Cartagena y Noroeste, con más de 200 pequeños y medianos productores, de los cuales aproximadamente la mitad se localizan en el Noroeste, y en particular en el municipio de Cehegín”.
La superficie actual de cultivo es de 270 hectáreas de flor cortada y planta ornamental, de la cual 75 se dedican al cultivo de clavel, con una producción total entre flor cortada y planta ornamental cercana a los 300 millones de unidades, que en 2020 y con motivo de la pandemia, descendió en un 60 por ciento para algunas especies.
Luengo rememoró que el sector fue uno de los más afectados por el confinamiento y la supresión de fiestas y celebraciones que provocó la Covid, por lo que “se creó la Mesa de la Flor Cortada y Planta Ornamental, al objeto de valorar de primera mano la situación y buscar soluciones a los estragos que este virus ocasionó en las economías de los afectados”.
“Fuimos la primera comunidad autónoma en valorar unas pérdidas de más de 15 millones de euros, y presentarla y justificarla ante el Ministerio. Al respecto, la gestión de los 2,65 millones de euros que asignó el Ministerio en el mes de noviembre fue un ejemplo de eficacia de nuestro equipo de gestión, capaz de solventar los problemas surgidos de una asignación tardía de los fondos”, aseguró Luengo. De esta cantidad, el 65 por ciento lo han recibido 110 agricultores del municipio de Cehegín.
Igualmente, “fuimos la primera comunidad que sacó la convocatoria de las ayudas, concedió una primera convocatoria en un tiempo récord de un mes y, posteriormente, la complementó en 2021 con una segunda concesión. Además, en paralelo, se realizó una campaña de marketing para reactivar el consumo de la flor cortada, que ha favorecido el consumo local poniendo en valor que la flor cortada y planta ornamental es sinónimo de vida y de estar en contacto con la naturaleza, valores que perdimos durante este largo tiempo de estar responsablemente en nuestras casas y que ha tenido una gran repercusión en las nuevas generaciones”, precisó.