El coordinador de esta agregación de universidades andaluzas en torno al sector agroalimentario, Enrique Aguilar, ha repasado en su intervención los orígenes, objetivos y trayectoria del CeiA3,
Por su parte, Francisco Martínez ha subrayado la calidad e importancia del sector agroalimentario andaluz, toda una referencia hoy en día por su industria y sus productos de la misma manera que el CeiA3 es ya una referencia en I+D+i que sigue fortaleciéndose a través de convenios como el firmado ayer.
El rector de Almería, Pedro Molina, se ha referido a los cambios de estructuras y sobre todo de mentalidad que supone el organizarse como agregación de universidades en torno a una idea -en este caso la agroalimentación- para desarrollar, y ha afirmado que el consorcio CeiA3 goza de una “situación óptima” tanto por vocación como por calidad docente e investigadora.
Molina ha reclamado, igualmente, una nueva cultura universitaria en este terreno y también se ha referido a la importancia, no sólo económica sino también política, que el sector posee, como ha quedado reflejado en la reciente crisis del pepino, calificando de deslealtad institucional la actitud de Alemania y alertando sobre intereses de diverso tipo en el plano internacional que seguirán dando lugar a crisis similares en el futuro.
Por su parte el rector cordobés, Jose Manuel Roldán, ha agradecido a la ministra la colaboración que la UCO siempre ha encontrado en ella en cuantos cargos de gestión ha desempeñado, glosando las actuaciones que propiciará el convenio firmado.
Rosa Aguilar ha puesto de relieve la importancia de un sector con más de 30.000 empresas, que mueve en nuestro país 85.000 millones de euros, de los cuales 15.000 corresponden a exportaciones, y que supone un millón de puestos de trabajo, de ahí que invertir en agroalimentación suponga crear riqueza y empleo, máxime si se hace a través de estructuras de excelencia contrastada como es el caso del consorcio formado por las cinco universidades andaluzas que se integran en el CeiA3. Aguilar ha subrayado, además, la actualidad de estos temas tras la reciente reunión monográfica del G-20 en torno a la Agricultura y la que estos días celebra la FAO en torno a la seguridad alimentaria.
La ministra ha estimado que es preciso luchar contra el hambre y la pobreza a través de dos líneas: desde la solidaridad y la cooperación por un lado y desde proyectos concretos de actuación, por otro, para que no se den estas situaciones. En este sentido, se ha referido especialmente a la necesidad de llevar a cabo iniciativas que prevengan las consecuencias derivadas del cambio climático, ámbito que también se contemplará en las líneas de actuación del convenio firmado, así como la utilización de algunas herramientas del Ministerio, como plataformas de conocimiento, bibliotecas virtuales, observatorios tecnológicos etc…