Lo cierto es que desde la entrada en vigor del Canon Digital, los ingresos de la SGAE se han debido multiplicar por 10. Basta con imaginar que de cada CD grabable, reciben más del 30%. Es decir que de una tarrina que cueste 25 euros, la SGAE recibe sin hacer nada 9 euros aproximadamente. Estos datos que indico no los he contrastado, pero es lo que se comenta en la calle. E insisto…. “sin hacer nada”. Y parece ser que de esos 9 euros, los artistas sólo reciben 0,54 euros (un 6%). El resto es para gestión de derechos y discográficas, que dicho sea de paso, es un buen nombre para un saco donde todo cabe. La desproporción es evidente….
Yo siempre he pensado que si un usuario ha pagado un canon al comprar su CD, su ordenador, su impresora y su pantalla, debería de poder bajar de internet una canción libremente, o contar con un descuento, puesto que se supone que ya pagó. Pero parece ser que lejos de eso, hasta lo pueden meter en la cárcel, cosa que no sucedería si robase un disco en un supermercado. Y después de semejante desatino, los españoles hemos alimentado esta mastodóntica máquina recaudatoria llamada SGAE sin ningún tipo de control gubernamental. Suena a chiste malo…. independientemente de que sea o no cierto este presunto delito…
Ahora nos encontramos con que el crédito que debiera tener una institución “sagrada” por defender el valor de la intelectualidad y del arte, se viene abajo ante la opinión pública. Y ojo, que los artistas también forman parte de dicha opinión. No sé si esto servirá para reducir el poder recaudatorio de esta maquinita de hacer dinero, pero estoy seguro de que servirá para que algunos artistas, los menos “paniaguados”, consideren otras alternativas ya existentes para preservar y defender sus derechos.
En cualquier caso es un buen momento para ponderar, para posicionarse o para postular. Y si no, por lo menos para buscar soluciones… En la rueda de prensa que hoy, 5 de julio, ha dado la SGAE me ha llegado al alma lo que ha dicho uno de sus representantes. Algo así como que este país respeta a los autores pero no los quiere. Esa afirmación, sin duda, está lejos de cualquier solución, y posiciona a la SGAE en frente del país que la enriquece… Lejos de hacer acopio de humildad, la institución sigue ostentando esa situación de poder que el Estado le ha concedido. Y con esa afirmación demuestran no hacerlo defendiendo a los autores sino enfrentados al mundo.
Si yo fuera artista no me sentiría representado con ese tipo de actitudes…. Preferiría comportamientos que nos acercaran a todos a un punto de salida de equidad y entendimiento. Y todos sabemos que ese punto de partida está en las nuevas tecnologías. Y mira por donde, el negocio digital está abierto. El que primero pegue, pegará dos veces. Sin duda, SGAE ganó la primera batalla, pero lo hizo con ayuda. La guerra deberían ganarla los propios artistas. Ahora toca adaptarse al medio y encontrar nuevas fórmulas…
