El Boxeador, una de las esculturas italianas de la Edad del Hierro más conocidas llega al Arqueológico Nacional

El Museo Arqueológico Nacional (MAN) exhibe la pieza invitada El Boxeador (Il Pugilatore), perteneciente a la cultura nurágica sarda de Cerdeña (Italia), de la Primera Edad del Hierro. Será la primera vez que se exponga en España esta milenaria escultura.

Escultura de El Boxeador, en el Museo Arqueológico Nacional.

Con casi dos metros de altura y 330 kilos de peso, esta obra de piedra caliza se expone hasta el 12 de enero de 2025 en el patio ibérico del MAN, en un diálogo con otras culturas del Mediterráneo del primer milenio a.C. Así, ‘Il Pugilatore’ comparte espacio en el museo con otras obras en piedra de la cultura ibérica, como el monumento de Pozo Moro; y de la talayótica, en bronce, como los Toros de Costitx.

Los visitantes podrán descubrir de primera mano esta escultura de cerca de tres mil años de antigüedad, que representa a un boxeador. Tras su restauración, esta pieza recibió el nombre de ‘Manneddu’, que proviene del sardo ‘mannu’, que significa “grande”, “antepasado” o “abuelo”, dependiendo de la región. 

Otro de los gigantes del conjunto de Mont’e Prama y estatuilla de bronce.

Por qué a esta escultura se la conoce como El Boxeador

Esta escultura es conocida como El Boxeador porque su figura llevaría un guante en la mano derecha con un refuerzo metálico para golpear a su oponente a corta distancia durante el combate cuerpo a cuerpo, mientras que, en su mano izquierda, sostendría un escudo sobre su cabeza. Además, el púgil se presenta con el torso desnudo y viste una falda triangular o faldellín. 

Esta figura pertenece al conjunto conocido como los Gigantes de Monte Prama, hallados de manera casual en 1974 en la localidad de Cabras, (Cerdeña, Italia). Posteriores excavaciones han permitido descubrir una gran necrópolis, de la que se han recuperado casi treinta esculturas, que datan de entre el 900 y el 750 a.C. y que representan a púgiles, arqueros y guerreros. 

La cultura nurágica surgió hacia el año 1.800 a.C. y recibe su nombre de los ‘nuragas’, unas construcciones megalíticas formadas por torres-fortaleza circulares y que se asemejan a los talayots de las islas de Menorca y Mallorca desde la Edad del Bronce.