La lucha contra la Vespa orientalis o avispón oriental, una especie invasora que acaba con las abejas y con los colmenares andaluces, está resultando ser insuficiente. A pesar de las múltiples reivindicaciones y los esfuerzos de los apicultores por combatir esta invasión, se ha detectado que este verano se está produciendo una fuerte expansión en Andalucía de este insecto tan dañino para nuestro ecosistema.
El problema está siendo especialmente grave en la provincia de Málaga, donde el crecimiento de esta especie es directamente proporcional a la falta de medidas por parte de la Delegación Territorial de Medio Ambiente de esta provincia, según ha dado a conocer la organización agraria COAG.
¿Por qué es preocupante la Vespa orientalis?
Desde que se viera por primera vez en la provincia de Cádiz, se ha observado un incremento de avistamientos en el sur peninsular. Especialmente, se está expandiendo a gran velocidad por las provincias de Málaga y Sevilla. Además, ya se ha encontrado ejemplares en las provincias de Huelva, Córdoba y Jaén.
La ubicación de sus nidos (cerca de los núcleos urbanos y a ras de suelo) hace más problemática a esta avispa para toda la sociedad. Al tocar los nidos se pueden producir ataques múltiples, con riesgo de desenlaces fatales. Su picadura es muy dolorosa y puede causar cuadros alérgicos.
Esta especie invasora ataca, además, a las colmenas de abejas, matándolas y haciendo que disminuya la producción de miel. En los últimos años, su extensión poblacional está suponiendo un verdadero problema para la apicultura, pero también para el avispón autóctono (Vespa crabro), que tiene que competir por el hábitat y la alimentación.
Hay que destacar que la Vespa orientalis puede provocar importantes pérdidas en el sector agrícola al atacar los frutos y dejarlos sin valor comercial.