Bajo el título ‘Rompiendo el silencio. Mujeres en economía sumergida. Prácticas de poder y resistencia’, el Laboratorio de Antropología Social y Cultural (HUM-472) de la Universidad de Almería ha ahondado en unas jornadas, a través de la intervención de expertos, en la realidad de miles de mujeres migrantes, especialmente las que se encuentran en situación administrativa irregular.
Durante las jornadas, los ponentes también han abordado sus dificultades de inserción en un mercado de trabajo que les reserva los puestos más precarios en empleos ya de por sí inestables, faltos de prestigio e incluso estigmatizados.
El proyecto de investigación que da razón a estas jornadas se realiza en colaboración con la Universidad de Gerona, está financiado por el Ministerio de Igualdad y se centra en mujeres migrantes en situación irregular y mercados de trabajo precarios. Son unas jornadas gemelas a otras que se realizaron la semana pasada en la Universidad de Girona.
La primera parte de las jornadas se ha dedicado a la situación de las mujeres en asentamientos con la participación de Nadia Azougagh, experta en intervención social con población migrada activista; Nora Elhardramy, activista migrante y Fernando Plaza del Pino, profesor del Departamento de Enfermería, Fisioterapia y Medicina de la UAL.
“Intervienen tres personas expertas en los asentamientos chabolistas donde viven personas inmigrantes en la provincia de Almería, centrándonos en la situación de las mujeres marroquíes que viven en esos asentamientos y que proceden de los asentamientos de Huelva, de donde vienen una vez se acaban sus contratos temporales como jornaleras en la fresa. Quedan en situación irregular y llegan a Almería buscando trabajo en los invernaderos”, ha explicado Estefanía Acién, del Laboratorio de Antropología Social y Cultural de la UAL.
La segunda parte ha estado dedicada al sector de los cuidados y economías sumergidas con la participación de Rocío Echebarría, activista del colectivo ‘Micaela’ de mujeres migradas y trabajadoras del hogar y cuidados de la Comarca del Maresme. “Nuestra misión es, por un lado, ver las condiciones de vida de estas mujeres y a qué se deben, dónde están las grietas que permiten que estas mujeres vivan en estas condiciones. Y, por otro lado, qué de común tienen sus experiencias vitales con las de las mujeres que trabajan en el servicio doméstico en Girona. Estamos viendo que hay muchísimas cosas en común”, explica.
Otra parte de este proyecto de investigación se centra en explorar las estrategias de resistencia y supervivencia y cómo consiguen salir adelante estas mujeres. “Básicamente consisten en pelear mucho, hacer de tripas corazón, apoyarse entre ellas, recurrir a aquella parte del tercer sector y asociaciones que realmente dan respuesta a sus necesidades (porque no siempre desde el tercer sector se planifica para cubrir sus necesidades, sino que muchas veces se planifican las cosas para ajustarte a una subvención, por ejemplo)”.
Sin embargo, hay algo que es aún más efectivo, tal y como explica Estefanía Acién: “Lo que hay que hacer, y este es una de los resultados de esta investigación, es acompañar los procesos migratorios de estas mujeres. El acompañamiento es la mejor forma de ayudarlas, de salvaguardar su salud mental, la de sus hijos, su entorno y, al final, la de mejorar la calidad de nuestras sociedades”.