Destino, la Antártida

Enrique Carmona y Francisco Lorenzo junto al Hespérides.

‘Destino, la Antártida’ es un cuaderno de viajes escrito por Enrique Carmona, un investigador de la Universidad de Almería que participa en una expedición a la Antártida, como miembro de una investigación liderada por la Universidad de Granada. Enrique Carmona pasará cerca de 80 días en el continente helado, donde estudiará la actividad volcánica de la Isla Decepción. Desde el otro extremo del mundo nos contará su experiencia. Aquí su primera entrada, en la que nos describe cómo se llega a la Antártida.

Lo primero que uno se pregunta ante un viaje a la Antártida es,…”bueno, y como se llega hasta allí ¿? Se va en avión, en barco,…?”. Un poco de todo. La entrada a la Antártida tiene dos puertas, una es por Argentina, a través de Ushuaia, lindo pueblo de la Tierra de Fuego; la otra opción es por Chile por su gran ciudad patagónica de Punta Arenas. Esta año toca por Chile, así que mi compañero y amigo Lorenzo y yo tomamos el vuelo Granada hasta Madrid y de ahí,…a cruzar el charco dirección Santiago de Chile. El vuelo Madrid-Santiago se hace largo, son 14 horas que aunque se realiza de noche, con películas que las dormitas y un par de comidas, no deja de ser un viaje incómodo. Han pasado 12 horas y estamos sobrevolando argentina. La cena se confunde con el desayuno, “¿ pero que hora es ¿? “. Son cuatro horas menos que en España. “Uff…que descontrol de horario”. Los primeros rayos de sol se cuelan por las ventanillas del avión y nos deja ver un espectáculo increíble,….”estamos cruzando los Andes ¡!” Toda la cordillera andina con el Aconcagua como techo nos da la bienvenida a Chile. Se nota que es verano y tan solo la nieve está presente en las altas cumbres.

 

El buque Hespérides de la Armada española.

Y casi inmediatamente se aterriza en el aeropuerto de Santiago de Chile. El calor nos espera. Nos quedaremos una noche en Santiago y esto nos permite conocer la capital de Chile. Es una ciudad cómoda de visitar porque todo lo interesante está en el centro. Disfrutamos de una tarde muy primaveral.

Al día siguiente, seguimos el viaje en avión hacia el Sur, dirección Punta Arenas. Son casi cuatro horas de viaje ¡! Si es que Chile es muy largo. Cuando llegamos se nota la temperatura, estamos en la Patagonia ¡!! Esta ciudad es puerta del turismo antártico y de montaña pues está muy cerca de las Torres del Paine, paraíso del los amantes a la escalada. La ciudad es grande, con un puerto importante. Sus casas de chapa de distintos colores le dan un toque pintoresco. Ya por la tarde comenzamos a ver a los primeros compañeros de nuestro viaje y que estarán en la base antártica durante mes y medio con nosotros dos.

En Punta Arenas estaremos dos días. Nos da tiempo para degustar la comida típica del sur como el plato estrella, el curanto, una mezcla de distintos tipos de mariscos enormes (nunca había visto mejillones tan grandes ¡), papas, longanizas, carne,…, increíble. También a visitar su famosa plaza donde una estatua de un gigantesco indio de tierra de fuego nos enseña sus pies desnudos. Dice la leyenda que si se besa el dedo gordo del indio, se regresa a Punta Arenas,…, y se ha cumplido ¡!!

Al día siguiente nos acercamos al puerto a ver nuestro medio de transporte durante los próximos 6 días,…, el Buque de Investigación Oceanográfica (BIO) Hespérides. Pintado en un rojo intenso destaca entre el resto de los barcos atracados en el puerto. Dan ganas de subirse enseguida, pero habrá que esperar un día más. Hacemos una cena de despedida con los todos los científicos que vamos a la Base Antártica Española “Gabriel de Castilla”. De todos ellos hablaremos en otro momento. Las bromas en la cena giran sobre el viaje en barco. Los antárticos repetidores contamos anécdotas graciosas sobre como se mueve el barco a su paso por el paso del Drake, lugar donde se unen el Océano Atlántico, el Océano Pacífico y el Mar Antártico.

Los investigadores han embarcado en Chile.

Y llegó el gran día de embarcar en el barco. Nos acercamos temprano a dejar las maletas y nos acomodamos en los camarotes. Nos da tiempo para tomarnos la última comida en tierra, y seguir degustando los exquisitos pescados .

Y a las 5 de la tarde de un 17 de diciembre, toda la expedición que irá a las distintas bases y campamentos nos encontramos en la toldilla del Hespérides despidiendo a la colorida Punta Arenas. Y allí vamos, hacía a la Antártida, con rumbo Sur.

Enrique Carmona es investigador del Departamento de Química y Física de la Universidad de Almería. Participa en el proyecto Vigilancia de la actividad volcánica de la isla Decepción: Seguimiento de la actividad sísmica. Proyecto del Instituto Andaluz de Geofísica de la Universidad de Granada.

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