Un estudio elaborado por la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA), centro de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC,) ha descrito una nueva especie de ácaro forético del género Lasioseius que se traslada sobre ejemplares adultos del picudo negro del agave. Así lo señala un estudio del CSIC publicado en la revista Acarologia. El trabajo es resultado de una colaboración entre el Técnico Especializado del CSIC Iñaki Balanzategui con la Catedrática en Zoología María L. Moraza, de la Universidad de Navarra.
Los agaves, también conocidos como pitas, son un género de plantas originarias de regiones áridas del sur de Estados Unidos y norte de México. Diferentes especies de agave fueron introducidas intencionadamente en Europa en el siglo XVI como plantas ornamentales o para la obtención de fibras textiles. Son plantas que requieren suelos bien drenados y mucho sol, por lo que son muy resistentes a sequías y a temperaturas elevadas.
Entre las diferentes especies de este género, el agave americano (Agave americana L.) destaca por ser una especie invasora que desplaza la vegetación autóctona y que reduce la biodiversidad nativa. Puede hacerse localmente dominante y en la actualidad se encuentra ampliamente naturalizada por todas las provincias de la costa mediterránea invadiendo playas y dunas.
En 2007 se detectaron en Barcelona varias plantas de esta especie afectadas por la presencia del picudo negro del agave (Scyphophorus acupunctatus Gyllenhal, 1838) y desde entonces ha extendido su distribución a todas las provincias litorales mediterráneas. Este coleóptero, de la familia Dryophthoridae, aunque originario del sur de Norteamérica, México y América Central, ha sido introducido en otras regiones áridas y tropicales del mundo y, en la actualidad, se considera como especie exótica invasora.
El adulto, de color negro mate y rostro alargado, mide alrededor de 1,5 cm. La hembra perfora la hoja en su parte basal donde deposita los huevos. Al eclosionar, las larvas penetran hacia el cogollo de la planta y son sus galerías las que provocan la pudrición del mismo, por acción de diferentes bacterias y hongos, y posterior muerte de la planta.
“En noviembre de 2017, durante las XXXIII Jornadas de la Asociación Española de Entomología celebrada en Almería, se recogió un ejemplar de picudo negro del agave. Una vez en el laboratorio, al observarlo en la lupa, nos percatamos de la presencia de varios ejemplares de un ácaro que ‘viajaban’ sobre el picudo”, explica Iñaki Balanzategui, técnico del CSIC en la Estación Experimental de Zonas Áridas.
Tras analizar su morfología y después de hacer preparaciones microscópicas de varios ejemplares, determinaron que se trataba de ácaros del género Lasioseius, subgénero Endopodalius. “Determinar la especie del mismo fue una tarea laboriosa pues hubo que hacer una revisión bibliográfica exhaustiva de las especies pertenecientes al subgénero. Desde el CSIC tenemos acceso a mucha bibliografía especializada, que en gran medida fue facilitada gracias a la gran labor de nuestra bibliotecaria, Isabel Jiménez, que nos facilitó mucho el trabajo”, señala Balanzategui.
“Todos los ejemplares encontrados de este ácaro son hembras adultas localizadas sobre ejemplares adultos del picudo negro del agave. Con toda seguridad, se trata de una especie forética que utiliza al picudo para trasladarse de un lugar a otro. Poco más sabemos de su biología porque, aunque hemos buscado en el interior de algunas de las galerías del picudo, no hemos encontrado al ácaro”, concluye Balanzategui.