Este nuevo gusano mide tan solo 0,2 milímetros y fue hallado por investigadores de la Universidad de Jaén en una pila de compost. Además, se ha descubierto que es hermafrodita y puede servir para detectar procesos de desertización.
Los nematodos son pequeños gusanos que miden alrededor de 1 milímetro de longitud y viven de forma libre en el suelo o en el agua. Se alimentan de bacterias, algas unicelulares, hongos u otros nematodos; o son parásitos de otros animales y plantas. Pero lo que más llama la atención es su capacidad de adaptación.
Científicos del Grupo Andaluz de Nematología de la Universidad de Jaén se han centrado en estudiar cómo un tipo de gusanos, normalmente asociados a ambientes húmedos, se han adaptado a ecosistemas secos en el sur de la Península Ibérica. Así han aparecido nuevas especies exclusivas de estos ambientes extremos, que pueden servir a los científicos para detectar procesos de desertización.
Es el caso de Protorhabditis hortulana, una nueva especie de nematodo encontrada en una huerta a nueve kilómetros al sur de la ciudad de Jaén, una zona conocida como Puente de la Sierra.
“Estudiamos la nematofauna presente en un cúmulo de compost para la fertilización de esta parcela, y observamos la presencia de unos diminutos nematodos”, explica a la agencia Sinc Joaquín Abolafia, del departamento de Biología Animal, Biología Vegetal y Ecología de la Universidad de Jaén y autor principal del estudio publicado en Zootaxa.
La nueva especie pertenece a un género registrado en todos los continentes salvo América y la Antártida. Es especialmente frecuente en los suelos europeos, y en la actualidad incluye quince especies cuyas características son similares entre sí: pequeño tamaño –de menos de 1 mm–, una larga cavidad bucal y, normalmente, presencia de ambos sexos.
Sin embargo, en el caso de P. hortulana, los ejemplares adultos encontrados medían 0,2 mm, un tamaño inusual para estos animales. Hasta ahora, los nematodos más pequeños que se habían encontrado aparecían en entornos marinos. “Se trata de uno de los nematodos edáficos [del suelo] más pequeños que se conocen, y se alimentan de las bacterias del compost”, destaca el científico.
Otra característica que ha sorprendido a los investigadores es que la especie solo presenta hembras. “Estas se reproducen fecundando sus óvulos con un esperma que ellas mismas producen en una parte de su oviducto, lo cual hace que esta especie pueda definirse como hermafrodita, rasgo también muy raro dentro de los nematodos y que se considera una adaptación biológica en el proceso evolutivo, dada la dificultad de encontrar machos en el medio en el que viven”, subraya Abolafia.
El grupo de científicos continúa su investigación para conocer la adaptabilidad de estos nematodos en zonas similares a las del sur de la Península, como Irán y África del Sur, donde el balance hídrico es deficitario. “Los análisis preliminares son prometedores”, concluye el investigador.