La Universidad de Alicante (UA) ha comprobado la eficacia de una metodología con la que se puede prevenir las conductas sexistas entre los estudiantes de secundaria. El resultado ha sido fruto del proyecto Lights4Violence, liderado por la investigadora de la UA, Carmen Vives y en él se ha entrevistado a 1.146 jóvenes de diferentes ciudades europeas.
Las intervenciones educativas son la herramienta que promuevan una disminución del sexismo entre las personas jóvenes y así lo demuestra un estudio europeo, que analiza los resultados del proyecto Lights4Violence, realizado entre estudiantes de secundaria de diferentes ciudades europeas (Alicante, Roma, Iasi, Matosinhos, Poznan y Cardiff).
El estudio ha sido liderado por la investigadora del área de Epidemiología y Salud Pública del CIBER (CIBERESP) y profesora en la Universidad de Alicante, Carmen Vives-Cases; y ha contado con la participación de Belén Sanz, investigadora del CIBERESP en el la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III.
La intervención Lights4Violence se ha basado en el modelo para el desarrollo positivo de la juventud, que mira hacia las fortalezas de los y las adolescentes, enfatizando el desarrollo de capacidades (personales, morales, cognitivas, conceptuales y sociales) que pueden servir de apoyo para prevenir y afrontar problemas como la violencia de pareja.
Esta intervención educativa constaba de dos partes, 10 sesiones teóricas y cinco prácticas en las que mediante videocápsulas se debían resolver situaciones de pareja. Realizado en un total de 1.146 estudiantes de 12 a 17 años, 575 del grupo de intervención y 571 del control, este trabajo publicado en BMC Public Health muestra que los chicos tenían valores medios de sexismo mayores que las chicas, y estas diferencias fueron mayores en el sexismo hostil que en el benevolente.
El sexismo ambivalente está compuesto por el hostil y el benevolente. El primero hace referencia a actitudes abiertamente negativas hacia las mujeres y establece una relación de dominación y control del hombre sobre la mujer, enfatizando las diferencias entre sexos estableciendo jerarquías que devalúan a la mujer.
Por otra parte, el sexismo benevolente incluye formas de sexismo más sutiles, que tienen a considerar al sexo femenino como frágil que requiere protección del hombre y le atribuye cualidades estereotipadas con un concepto de feminidad tradicional.
Según explica la investigadora del CIBERESP en el ISCIII Belén Sanz, “el sexismo benevolente describe las relaciones heterosexuales como necesarias para alcanzar la felicidad y el pleno desarrollo, mostrando rechazo y discriminación hacia las homo y bisexuales. Por lo tanto, esta dualidad entre ambos componentes del sexismo ambivalente permea en la estructura social estableciendo interdependencia entre ambos sexos a la vez que prioriza la dominación heterosexual masculina en la sociedad”.
Reducción significativa del sexismo benevolente con Lights4Violence
En este trabajo se evidencia asimismo que las chicas con madres con estudios primarios o inferiores, con un alto apoyo social y que a nivel basal registraron puntuaciones más altas en capacidad de resolución de conflictos y puntuaciones más bajas de agresividad, experimentan una reducción significativa del sexismo benevolente tras la intervención de Lights4Violence en comparación con el grupo control.
Según Carmen Vives, “este estudio aporta evidencia de que es posible llevar a cabo intervenciones que promuevan una disminución del sexismo entre los jóvenes, creando espacios de reflexión que integren a los hombres jóvenes en este cambio hacia relaciones de pareja igualitarias sin que lo perciban como una pérdida de privilegios”.
Por lo tanto, el apoyo social y el fomento de las habilidades sociales podrían facilitar esta diminución del sexismo y, por tanto, la promoción de relaciones de pareja estables y no violentas.
Para más información: http://www.lights4violence.eu/
Enlace al artículo de referencia:
Effect of the Lights4Violence intervention on the sexism of adolescents in European countries
Belén Sanz-Barbero, Alba Ayala, Francesca Ieracitano, Carmen Rodríguez-Blázquez, Nicola Bowes, Karen De Claire, Veronica Mocanu, Dana-Teodora Anton-Paduraru, Miriam Sánchez-SanSegundo, Natalia Albaladejo-Blázquez, Ana Sofia Antunes das Neves, Ana Sofia da Silva Queirós, Barbara Jankowiak, Katarzyna Waszyńska & Carmen Vives-Cases. BMC Public Health volume 22, Article number: 547 (2022)
Sobre el CIBERESP
El CIBER (Consorcio Centro de Investigación Biomédica en Red) depende del Instituto de Salud Carlos III –Ministerio de Ciencia e Innovación– y está cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). El área de Epidemiología y Salud Pública –CIBERESP– está formada por 48 grupos de investigación de excelencia, de carácter multidisciplinar y multicéntrico. Centra sus actividades en dos aspectos clave: conocer la magnitud y la distribución de los problemas de salud pública e identificar los factores determinantes de los mismos para evaluar la efectividad y la eficiencia de las intervenciones, ya sean éstas desde el ámbito de las políticas públicas o de las implementaciones prácticas de prevención y resolución.