El equipo investigador del grupo DIANA del Departamento de Física de la Universidad de Murcia (UMU), en colaboración con la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y otros centros de investigación, ha revelado en un artículo publicado en la revista Communications Biology de Nature que sobre las hojas del olivo tipo arbequina existen unos pelos conocidos como tricomas que puede ayudar a soportar el calor al mantener las gotas adheridas a su superficie.
Estos resultados son de gran importancia porque han permitido describir por primera vez cómo los diferentes compuestos y su estructura economizan el agua a través de esos “pelos”. También se ha estudiado cómo algunas especies pueden absorber el rocío, la lluvia y la niebla y contribuir a la economía hídrica de la planta, especialmente en momentos de sequía o lluvias torrenciales.
La oliva es un importante cultivo frutal cultivado en muchas zonas áridas y semiáridas del mundo, que se adapta a factores de estrés como la sequía y la alta irradiación. Además, este estudio también analiza las diferencias en las características superficiales entre el lado superior e inferior de las hojas de olivo, observando una alta densidad de tricomas en el lado inferior. Esta distribución asimétrica indica que la planta ha desarrollado adaptaciones específicas para mejorar sus interacciones con el entorno y los posibles factores que puedan afectar a la salud y la supervivencia del olivo.
Por ejemplo, para competir por los recursos limitados o para enfrentarse a diversos factores ambientales como la temperatura o las inundaciones. A su vez, al centrar su estudio en el papel de estos tricomas superficiales, acabaron detallando, por primera vez, las propiedades fisicoquímicas de la superficie de un pelo de un ser vivo a través de diversas técnicas de microscopía.
Determinaron que ambas superficies de la hoja son húmedas, tanto la parte superior – adaxial-, como la parte inferior, – abaxial- están mojadas, que el contacto con el agua no forma una película uniforme sobre la superficie, sino que forma gotas separadas, y, aunque los tricomas están ubicados en la misma hoja y unos junto a otros, tienen estructuras y propiedades diferentes porque pueden influir en la permeabilidad o capacidad para retener el agua.
Este trabajo no solo amplía el conocimiento sobre los seres vivos, sino que también destaca la importancia de la investigación interdisciplinaria en el estudio de sistemas complejos en la naturaleza. Al combinar enfoques de diferentes disciplinas científicas como biología, química y física, los investigadores e investigadoras pueden obtener una comprensión más completa y detallada de los fenómenos naturales, lo que abre nuevas puertas para el desarrollo de aplicaciones prácticas en campos como la agricultura, la biotecnología y la conservación del medio ambiente.
Este estudio fue posible gracias al apoyo financiero del Ministerio de Ciencia e Innovación de España y los fondos NextGenerationEU/PRTR de la Unión Europea, así como del Programa de Ayudas para la Recualificación del Sistema Universitario Español en la modalidad María Zambrano y a la colaboración de otros proyectos de investigación.