Un grupo de investigadores del IHSM La Mayora ha desarrollado un bioplástico a base de papel que incorpora extractos de subproductos de aguacate, dotando a este nuevo material de mayor impermeabilidad, biodegradabilidad y capacidad antioxidante gracias a un residuo de la industria alimenticia.
Los investigadores José Alejandro Heredia Guerrero y Susana Guzmán Puyol del grupo “Materiales agroalimentarios sostenibles”, autores de este trabajo, han señalado que este bioplástico aprovecha los desechos que se producen en industrias de transformación del aguacate, en las que se elaboran guacamole a partir de esta fruta.
En esta investigación se incorporan los compuestos bioactivos del aguacate a papel para mejorar las propiedades de este bioplástico con el objetivo de introducirlo como material para el envasado de alimentos, por lo que han realizado pruebas para comprobar su capacidad bactericida de cara al almacenamiento de productos perecederos. Este bioplástico forma parte de los envases de alimentos “activos” que liberan sustancias al entorno para extender la vida útil de la comida preservada, controlando mejor el potencial crecimiento de microorganismos, reduciendo la oxidación y previniendo la pérdida de humedad de la comida.
Cuál ha sido el proceso de fabricación
El proceso de fabricación y refuerzo de este bioplástico se realizó impregnando papel en una disolución del extracto de subproductos de aguacate y tras la evaporación del mismo el material que queda se impregna en las microfibras ocupando los poros y cavidades de este papel mejorando sus cualidades mecánicas y su capacidad para funcionar como barrera. Además, gracias a los compuestos bioactivos presentes en los subproductos de aguacate, este bioplástico ha aumentado su biodegradabilidad en agua de mar y su capacidad antioxidante. Los subproductos de aguacate, principalmente pieles y huesos tras la fabricación de guacamole, para el desarrollo de este bioplástico
han sido facilitados por la empresa local Avomix ubicada en Vélez-Málaga (España).
Para comprobar sus características bactericidas los investigadores del IHSM La Mayora Diego Romero, Jesús Hierrezuelo y Montserrat Grifé han realizado pruebas con las bacterias Escherichia coli y Bacillus cereus, que se pueden encontrar en los alimentos y provocar enfermedades importantes, y han demostrado que este bioplástico funciona como una barrera física antimicrobial que es capaz de retener las bacterias y proteger así los alimentos contenidos por este envase.
Este trabajo, publicado en la revista Food Chemistry, ha sido realizado por los investigadores José Alejandro Heredia Guerrero, Susana Guzmán Puyol, Diego Romero, Jesús Hierrezuelo y Montserrat Grifé. El trabajo se ha realizado en colaboración con profesionales de la Università degli Studi della Basilicata (Italia), el Instituto de Ciencia de Materiales de Sevilla (España) y la Università degli Studi di
Salerno (Italia).