Cada vez es más común ver a personas que no separan la vista del móvil consumiendo reels, los vídeos cortos de redes sociales como Instagram o TikTok, sin parar. Este formato se ha convertido en uno de los más exitosos de estas plataformas sociales, sin embargo, a pesar de que puedan ser divertidos o hacernos reír, los reels presentan una aspecto preocupante y afectar al cerebro, según advierten psicólogos de la chilena Universidad de Talca (UTalca).
Estos vídeos podrían generar adicción, así lo explicó el psicólogo educativo de UTalca, Felipe Figueroa Martínez, quien indicó que, “el uso prolongado de redes sociales y el consumo de reels, provoca el mismo efecto que las drogas. Esto se debe a la liberación de dopamina en el cerebro, que es el neurotransmisor relacionado con el placer y la gratificación”.
Qué efectos sobre el cerebro tienen los reels
El consumo problemático de contenido digital y más concretamente los reels están relacionados con “la disminución de la capacidad de atención, ya que, estos formatos están diseñados para provocar, en pocos segundos y gracias a los estímulos audiovisuales, una gratificación instantánea, lo que termina por disminuir la capacidad para concentrarse en tareas largas y complejas”.
«La constante exposición, sobre todo de contenido superficial y de comparación social, puede provocar, también, un aumento en la ansiedad, sensación de tristeza y de inseguridad, además de una alta dependencia a consumir este tipo de contenido. Quizás sea una buena herramienta informativa, pero debemos aprender a utilizarla y formar un criterio adecuado para su uso”, planteó.
Quiénes son los más propensos a un consumo problemático de reels
El grupo de población más propensa a realizar un uso problemático de los vídeos cortos de Instagram o TikTok «Además, explicó el especialista, “los más propensos a caer en este tipo de adicción «son especialmente los adolescentes que están buscando identidad”, explicó el especialista de UTalca. No obstante, cualquier persona puede verse afectada por el efecto de la gratificación instantánea que provocan los videos cortos en redes sociales, especialmente si se encuentra en un estado anímico delicado.
Los expertos han descrito cuadros de adicción a estos contenidos digitales. Viene determinado, en gran parte, por “el efecto negativo o positivo que tiene en la vida de quién lo consume. Alguien que tiene un uso moderado es capaz de controlarse y pueden, si quieren, dejar de usarlo y no les va a generar una ansiedad, ni sensación de estrés”.
Cómo controlar el consumo de estos vídeos cortos de las redes sociales
Para disminuir el uso de estas redes sociales, el experto aconsejó, utilizar aplicaciones que controlan el tiempo de uso de estas plataformas. Así como crear espacios de desconexión dentro de la casa. «No usar el teléfono cuando comemos, o nos encontramos en el dormitorio antes de dormir. La idea es crear un hábito en torno a esa desconexión y fomentar la vida fuera del teléfono, a través del deporte, salir a caminar o tener contacto cara a cara con las personas”, puntualizó.