La Sociedad Estatal Correos y Telégrafos, S.A, Correos, ha presentado este lunes un sello dedicado al Protocolo de Madrid sobre la Antártida 1998-2018. Al acto de presentación han asistido la directora de la Agencia Estatal de Investigación y Presidenta del Comité Polar Español, Marina Villegas Gracia, y el presidente de Correos, Javier Cuesta Nuin, entre otros.
En el año 1991 se firmó en Madrid el Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente, también conocido como Protocolo Ambiental del Tratado Antártico o Protocolo de Madrid, con el fin de procurar una amplia protección del medio ambiente de la Antártida y de los ecosistemas dependientes o asociados. Correos recogió esta firma histórica con un sello que tenía como protagonista al Buque “Las Palmas”, conocido también como BIO Las Palmas, primer buque español que participó en misiones científicas en la Antártida. En el efecto postal aparece una ilustración del buque surcando sus aguas heladas.
Este año se conmemora el vigésimo aniversario de la entrada en vigor de este pacto que establece que la Antártida debe ser considerada reserva natural “consagrada a la paz y la ciencia”. Para ello se establecen una serie de directrices que abordan la manera en la que todos los estados miembros deben velar por la seguridad de la zona y cómo deben responder ante catástrofes o en casos de emergencia. También, pone de relieve la importancia de controlar el turismo con el fin de que no resulte perjudicial para el continente antártico. Este tratado es de gran relevancia por todo lo que significa, pues gracias a esa protección son muchas las investigaciones que se llevan a cabo en unas condiciones extremas, pero a la vez especiales y fundamentales, para conseguir grandes resultados.
Correos presentó en 2017, un sello dedicado a la Actividad Antártica Española, protagonizado por la base española Gabriel de Castilla, una de las dos bases que tiene España en la región de la Antártida (la otra es la base Juan Carlos I). Está situada en la isla Decepción, en el archipiélago de las islas Shetland del Sur, y está gestionada por la División de Operaciones del Estado Mayor del Ejército de Tierra, que a su vez está coordinada por el Comité Polar Español. Su nombre se debe a Gabriel de Castilla, navegante y explorador español al que se le atribuye el descubrimiento de la Antártida a principios del siglo XVII.
En 1990 comenzó a funcionar el refugio militar Gabriel de Castilla y cada año se pone en funcionamiento, durante el verano austral. Su labor de investigación científica, en colaboración con el Ministerio de Educación y Ciencia, es fundamental y resulta importante mantener la presencia española en aquel territorio, en cumplimiento con los acuerdos suscritos en el marco del Tratado Antártico.
La Filatelia Polar tiene como objetivo el correo que circula en las zonas ártica y antártica: correo de las expediciones, de las estaciones de investigación, los envíos a través de vías aéreas, por mar, y los sellos de la correspondencia o los matasellos que allí se usan. Correos ha tenido presente, desde hace años, las misiones antárticas llevadas a cabo por personas o entidades españolas.
En 1998 se emitió un efecto postal cuyo protagonista fue la Base Antártica Española Juan Carlos I, cuyo objetivo era realizar proyectos de investigación científica. Unos años más después, en 2008, la empresa postal dedicó un sello al Año Polar Internacional, que se celebraba ese año, dentro de la serie Ciencia de la Tierra y del Universo.
Asimismo, en 2011, Correos dedicó un sello, dentro de la serie Biodiversidad y Oceanografía, al buque de investigación oceanográfica Hespérides, el buque insignia de la Armada española, y en 2014, se presentó un matasellos de primer día con la imagen del mismo, único buque español diseñado para efectuar investigación científica multidisciplinar en los mares y océanos del planeta, en las zonas Árticas y Antárticas, durante los veranos boreales y australes, respectivamente.
Desde el 2014 funciona en la Base Antártica Gabriel de Castilla un matasellos postal especial. Anteriormente a esa fecha, cada año se realizaba un matasellos conmemorativo que se usaba durante el período que estaba la expedición en la base y era el comandante médico de la expedición el encargado de matasellar las peticiones que le llegaban.
En el sello que se ha presentado, tiene un fondo azul representa los océanos que rodean el continente. En el centro, se muestra la imagen de la Antártida rodeada por todas las banderas de los países que participan de este tratado. De la silueta del continente salen unos rayos que recuerdan el emblema adoptado por el Tratado Antártico en el año 2002. La bandera española aparece en una esquina del sello, así como las fechas 1998-2018. El sello pertenece a la serie Efemérides, está impreso en offset, con un tamaño de 40.9 x 28.8 mm, tiene una tirada de 200.000 unidades y un valor facial de 1,45 euros.