Copernicus, la mayor lupa sobre la Tierra

Sala de control de Copernicus.

La Universidad de Jaén entra en el Programa Copernicus, la mayor red internacional de monitorización del territorio y lucha contra el cambio climático.

· Objetivo: Crear la mayor estructura de monitorización de la Tierra con una red de 30 satélites.
· Avances: Ofrecerán una información detalla del planeta, para el seguimiento del cambio climático y de las condiciones del mar. Además, una herramienta para la docencia.
· Contacto: Jorge Delgado jdelgado@ujaen.es
www.copernicus.eu

Hace ya muchas décadas que comenzaron a utilizarse los satélites como fuente de información para estudiar las evoluciones del territorio. Sin embargo, todavía no se contaba con una red de ‘espías espaciales’ que ofreciera una información detallada y, sobre todo, de carácter gratuito, abierta tanto a la comunidad científica como al conjunto de la ciudadanía.

Copernicus, red de satélites

Éstos son objetivos que se persiguen con el proyecto Copernicus, una iniciativa de la Unión Europea, que pretende lanzar al espacio una treintena de satélites que aportarán una información muy detallada de nuestro Planeta, que permitirán monitorizar los cambios en el terreno y luchar con mayor eficacia contra los efectos del cambio climático.

La Universidad de Jaén se ha incorporado recientemente a este consorcio europeo, lo que le ha supuesto dar un salto de calidad en sus investigaciones, ya que cuenta con una información de mucha calidad y, sobre todo, de acceso gratuito, algo muy a tener en cuenta por los recortes en los presupuestos destinados a los grupos de investigación.

Satélite de la red Copernicus.

La Universidad de Jaén, entre las instituciones de Copernicus

La participación jiennense en el Programa Copernicus corre a cargo del grupo de investigación Sistemas Fotogramétricos y Topométricos, liderado por Jorge Delgado, lo que le va a permitir hacer un seguimiento todavía más detallado de la evolución de la desertificación en la región del Sureste peninsular y de las consecuencias de los incendios forestales, que representan sus principales líneas de investigación.

Jorge Delgado explica el avance que va a suponer estar dentro de este consorcio europeo, en el que participan un total de 126 grupos de investigación no ya solo de Europa, sino tamibén de algunos países latinoamericanos. Considera que contarán con una información altamente detallada y casi en tiempo real de la evolución del terreno, al tiempo que estar dentro del Programa Copernicus les abrirá las puertas a nuevas colaboraciones con grupos tanto nacionales como internacionales, que permitirán producir trabajos de mayor calidad e impacto.

El sureste, visto por Copernicus.

Un paso de gigante en el seguimiento de la desertificación

“Nosotros como grupo estamos trabajando en proyectos relacionados con el seguimiento de la desertificación. Y ahora estamos pensando en proyectos que permitan el uso de Sentinel para la monitorización de los procesos de desertificación y después también hemos trabajado en tema de riesgos naturales, como deslizamientos y situaciones similares, que con esta herramienta serán más precisos”, dice Jorge Delgado.

Y es que las imágenes y los datos que ya están proporcionando los dos satélites de Copernicus son de un gran valor científico. Tienen un periodo de revisita bastante corto, es decir, que se tienen dos imágenes o tomas de datos de un mismo punto con una frecuencia que es inusual hasta ahora, con lo que se podrán realizar seguimientos de los fenómenos naturales mucho más precisos. Y eso, sin contar con el hecho de que la información está disponible de manera gratuita para toda la comunidad, con lo que supone una ruptura con la manera de trabajar llevada hasta ahora, en la que los investigadores tenían que contratar unas imágenes a un satélite concreto, esperar que pasara por el punto de interés y pagar por ellas. Ahora es todo mucho más sencillo.

Información detallada ofrecida por Copernicus.

La información más completa del territorio

“Cuando estén todos lanzados se tendrá una información muy completa de todo el territorio. Son satélites que están pensados con la misma filosofía, con lo que la integración de datos va a ser mucho más sencilla. Yo estoy convencido de que va a ser un avance muy importante”, añade el investigador de la Universidad de Jaén.

Copernicus se convertirá en un observador de la Tierra privilegiado, y lo hará con una red de treinta satélites que serán lanzados al espacio hasta 2030.

Treinta satélites y 6.200 millones de euros

Las cifras económicas que se manejan son astronómicas. En el periodo de 1998 a 2020, el presupuesto de este programa asciende a 6.700 millones de euros, y se estima que los beneficios derivados del programa podrán ascender a los 30.000 millones.

Hasta la fecha se han enviado al espacio solo dos satélites, que se denominan Sentinel y que están ofreciendo una información del terreno muy detallada y de mucho interés para la comunidad científica. Y también para la sociedad, porque esos datos se emplearán en el desarrollo de trabajos aplicados, para monitorizar la evolución del terreno que permitan diseñar, entre otras muchas actuaciones, políticas para frenar los efectos del cambio climático o la prevención de catástrofes naturales.

El Programa Copernicus destaca por el interés en poner a disposición de la ciudadanía la información recogida por los satélites, lo que supone un cambio de paradigma en este ámbito, hasta ahora restringido casi exclusivamente a la comunidad científica. “El aspecto más innovador de todo este proyecto es la preocupación que hay en la UE para que esa información llegue al usuario y a la sociedad”, afirma Jorge Delgado.

Recreación del funcionamiento de un satélite de Copernicus.

Copernicus Academy, dirigido a estudiantes de Primaria

Además, este aspecto se va a potenciar todavía más con la parte del programa denominada Copernicus Academy, dirigido a estudiantes preuniversitarios, y no solo a los de Secundaria y Bachillerato, sino también a los de Primaria. Y el motivo, explica este investigador de la Universidad de Jaén es bien sencillo: Copernicus es un proyecto a medio largo plazo, que estará finalizado en 2030, por tanto, muchos de los que ahora están ahora en Primaria, para esa época serán los estudiantes de las universidades y profesionales que utilizarán la información recaba por la red de treinta satélites que monitorizarán la Tierra.

Del mismo modo, y pensando más en el presente, estar dentro de la iniciativa Copernicus supone un avance importante para la Universidad de Jaén, ya que tiene la oportunidad de mostrar a sus estudiantes una herramienta que les será de gran importancia una vez que hayan terminado sus estudios y se encuentren trabajando en empresas e instituciones.

Copernicus está cambiando la manera de hacer ciencia y colocará a Europa a la cabeza de la monitorización de la Tierra.

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