Con el objetivo de ofrecer herramientas para realizar un análisis social del ciberespacio, un Curso de Verano de la Universidad de Almería profundizará en la contribución de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en el desarrollo del fenómeno de la radicalización (política y religiosa) y se ofrecerá formación en el software de análisis de redes sociales como herramientas que permiten detectar los perfiles sociales de quienes difunden discursos del odio desde el ciberespacio. Del 20 al 22 de julio estos temas se abordarán en el curso ‘El análisis social del ciberespacio’ dirigido por Pilar Rodríguez y Christian Roith.
Durante el curso también se hablará de las conexiones entre los dos mundos sociales -offline y online-, así como las propuestas de intervención exitosas que, en el marco educativo, avisan y previenen de los efectos sociales perversos que pueden derivarse de los entornos metaversos.
El desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación han ido generando un espacio online en el que tienen lugar conexiones entre personas, empresas e instituciones. En nuestros días, la brecha digital separa a quienes tienen acceso, o no, al ciberespacio.
“Pero el ciberespacio tiene vocación de ir agrandando su influencia social (metaverso). Ese espacio on-line no siempre se corresponde con el espacio social offline, pero lo que allí ocurre tiene enormes efectos en la conducta y en los valores de la gente. La democratización de las relaciones sociales constituye un aspecto positivo. Sin embargo, el desarrollo de los discursos del odio avisa de que el ciberespacio es un lugar inhóspito donde la mentira y los bulos son moneda corriente”, ha explicado su director Christian Roith.
El objetivo del curso es analizar los valores que circulan por el ciberespacio y sus efectos en la educación e introducción al software de análisis de redes sociales (Mediatoolkit).
“En el grupo Investigación Internacional Comparada nos parece que el análisis social del ciberespacio es un asunto completamente relevante tanto para los investigadores sociales como para los ciudadanos que se preocupan por conocer y debatir sobre los nuevos retos que se nos presentan. El incremento en el uso de internet y las plataformas y redes sociales está generando una nueva realidad online en la que ocurren cosas que tienen que ver con lo que nos ocurre en la vida cotidiana (realidad offline). La combinación de ambas realidades es compleja, pues las normas y valores que operan en ambas difieren”.
Mientras que la vida social offline está organizada a partir de normas de convivencia e intercambio, “el universo online aparece como no normativizado, por lo que proporciona la sensación de libertad. Sin embargo, lo que circula por la red sí que responde a los parámetros de quienes han diseñado y manejan ese espacio. El curso puede ayudar a entender esas complejidades”.
El curso se inicia tratando sobre las consecuencias sociales de la digitalización. Continúa la primera jornada centrándose en aspectos problemáticos de la digitalización como, por ejemplo, la radicalización a través de la cultura del ocio. Se profundizará especialmente en la violencia online y el uso de las redes sociales y la radicalización a partir de los datos de la Encuesta Mundial de Valores. Por la tarde se abordarán las estrategias para evitar la radicalización de los adolescentes desde el currículum de Educación para la Ciudadanía y la Intervención temprana como método de prevención de la radicalización en adolescentes.
El segundo día se llevarán a cabo dos talleres para analizar los flujos comunicacionales y desarrollar análisis a partir del software de análisis de redes sociales (sentiment, influencers, impacto…)
El tercer, y último día, se analizará el Impacto de las nuevas tecnologías en el cerebro desde un punto de vista radical, las evidencias empíricas sobre la relación entre inmigración y radicalización, la imagen del Islam y del mundo árabe en la prensa digital; y la influencia de la cibervictimización en las minorías étnicas y su impacto en el rendimiento académico y las emociones.
