¿Cómo se comportan los suelos mineros ante el cambio climático? La respuesta la busca la UPCT

El objetivo es conocer la respuesta de los suelos contaminados por la actividad minera ante el aumento de la temperatura.

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Anticipar el pronóstico más preocupante de calentamiento global para conocer cómo responderán al cambio climático los suelos de un ecosistema ya estresado: los de la Sierra Minera de Cartagena-La Unión. Investigadores de la UPCT están realizando ensayos en campo y en laboratorio que simulan el mayor calor y nivel de dióxido de carbono (CO2) que prevén los escenarios más agoreros para final de siglo.

La Politécnica de Cartagena cuenta con dos modernas cámaras climáticas en las que se puede controlar y programar tanto temperatura, como humedad y nivel de CO2, con las que los investigadores de los proyectos WARMET y TAILING están reproduciendo el clima que podría haber en el Sureste español dentro de unas décadas, incluyendo las variaciones estacionales y entre el día y la noche.

Ensayamos diversos escenarios según las predicciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Simulamos los peores pronósticos para final de siglo, incrementando en cinco grados la temperatura respecto de las medias actuales en la zona de la Sierra Minera de Cartagena-La Unión y llevando las concentraciones de CO2 a 1.000 ppm, muy por encima de los, aproximadamente, 400 ppm actuales”, detalla la responsable del proyecto, María Nazaret González.

José Álvarez Rogel y María Nazaret González.

El objetivo es conocer cómo será la respuesta de los suelos contaminados de la Sierra Minera, ya degradados de por sí, al estrés adicional provocado por el cambio climático. Este conocimiento puede ayudar a priorizar las actuaciones de manejo y recuperación ambiental más adecuadas en cada caso.

Dentro de las cámaras hay macetas con suelo de la Sierra Minera, algunas con acículas de pino porque se recogieron debajo de un pinar, y otras sin ellas ya que provienen de zonas de matorral, para comprobar la diferente respuesta al cambio climático en este ecosistema degradado por la acumulación de lodos procedentes del lavado de mineral.

Las macetas están rodeadas de arlita, un material cerámico, para que el calor sólo se trasmita al suelo por su superficie, tal como ocurre en el campo. Además, en ellas se repone la humedad utilizando un sistema de riego que reparte el agua homogéneamente. Por último, en algunas de ellas se han colocado bolsas de un tipo de té especial para comprobar cómo se produce la degradación de la materia orgánica.

Además de los experimentos en las cámaras climáticas, se realizan trabajos de campo en depósitos de residuos mineros de la zona haciendo seguimientos de la temperatura y humedad de los suelos, de sus propiedades químicas y de su actividad biológica. Entre dichos trabajos también hay simulaciones de calentamiento, para lo cual se han instalado pequeñas campanas de metacrilato especialmente diseñadas que incrementan la temperatura del suelo.